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miércoles, 18 de abril de 2012

Comentando la noticia: MORALEJA DEL CONFLICTO MUNICIPAL CRUCEÑO


Columna virtual: Comentando la noticia
Vivo en un pueblo que sigue luchando por su libertad




- Enviada por mailing a mis contacto, el 18 de abril de 2012 (9.100)
- Publicado en CNN Ireport
- Publicado en la web de La asociación de residentes orientales de florida
- Publicado en la web Radio Iyambae
- Publicado en la web ernetojustiniano.org
- Publicado en la web boliviaaldia.com
- Fue leído en el Programa Radial Santa Cruz en Marcha, de Bismark Kreidler Flores. El programa radial Santa Cruz en Marcha se difunde semanalmente en: Radio Oriental FM 96.3 y AM 1200 e Iyambae.com los sábados y domingos de 7 a 9 de la mañana. Radio Marítima FM 99.9 los sábados de 10 a 12 de la mañana. Radio Clássica FM 107.1 los dominmgos de 6 a 8 de la mañana. Radio Universitaria FM 87.9 los domingos de 6 a 8 de la mañana y en las 15 provincias de Santa Cruz.


Si el desafortunado conflicto municipal sirve para algo, es para sacar la moraleja y no volverlo a repetir. Esa es su única utilidad.
La democracia cruceña precisa ser sabía y asimila este duro golpe, que la desprestigia ante el pueblo, haciéndola perder credibilidad. Y credibilidad es el mayor activo que tienen los políticos, sin ella son nada.

La democracia Camba necesita dar un paso hacia delante, transformándose en la democracia que aspira la ciudadanía. Una democracia civilizada, de primer mundo, aunque seamos del tercero.

El triste conflicto municipal que vimos no es lo que queremos.

Las acusaciones públicas de corrupción y nepotismo, entre funcionarios del ejecutivo municipal y concejales, no es lo que queremos. No queremos ni pillos ni corruptos en nuestro municipio. No queremos funcionarios que ventilen sus impudicias por la televisión, con la desfachatez de los intocables.

Y aunque la fiscalía masista mire para otro lado, estas cosan nos avergüenzan. No se las merece la sociedad cruceña. ¿De qué fuero gozan estos señores, que nadie dice ni zape?

NINGÚN PAÍS ES MAYOR QUE EL TAMAÑO DE SUS LÍDERES. La calidad de las autoridades en democracia es vital. Son ellas las que guían los destinos de la sociedad. Son ellas las que solucionan nuestros grandes y pequeños problemas ciudadanos. En buena medida, nuestro destino está en sus manos.

Esta en sus manos dotarnos de una ciudad segura, de darnos de una ciudad limpia, una ciudad con tráfico vehicular ordenado. Esta en sus manos la educación en las escuelas pública y la salud en los hospitales. Esta en sus manos cuidar nuestro medioambiente y sus cordones ecológicos. Para esto disponen de un presupuesto de casi 300 millones de dólares.

En lo particular saco las siguientes moralejas de éste conflicto, y lo pongo a consideración de mi pueblo:

1) Es necesario hacer instituciones de principios y no de personas.- Es imperativo tener partidos políticos con una Visión de País compartida, con planes y proyectos políticos claramente definidos. Recién después, juntar en torno a ellos a ciudadanos y líderes.
No queremos caudillos que junten en torno a ellos gente con doctrinas disimiles, más unidos por el interés que por la ideología. Unión de hombres, no de principio.

No a los caudillos que han hecho de Bolivia un País fallido. Necesitamos hacer partidos de verdad, que sirvan para gobernar y construir una auténtica Nación.

Y no digo Agrupaciones Ciudadanas, porque estas han mostrado su fracaso para las “grandes ligas”. Son instituciones unipersonales, con una fuerte inconsistencia programática y asociativa. Muchas veces buenas para subir, pero generalmente pésimas para gobernar.

En política la “lealtad” es con las ideas y los principios, no con los caudillos. Solo se tiene lealtad con Dios, con nadie más.

2) El desafío del Siglo XXI es que la ética llegue al poder.- Estas son palabras de la profesora Adela Cortina, catedrática de Filosofía de la Universidad de Valencia. La cité por primera vez en un artículo de mi autoría, publicado en el periódico El Deber el 5-12-2001, titulado ¿Democracia o cleptocracia? (<- ver link).

Esto es perfectamente válido para nuestra bisoña democracia. Si para una democracia consolidada es una realidad, para nosotros con más razón.

Necesitamos hombres buenos en la política. Hombres de alma noble, todo lo demás viene por añadidura.

Precisamos políticos y a funcionarios públicos honestos, que no le roben plata a nuestra miseria. Que no le roben plata a la salud de nuestros ancianos y a la educación de nuestros niños. Es ser “muuuuuuy” pillo robarle a un país pobre.

Debieren potenciarse los departamentos de auditoría interna. Pero potenciarlos para controlar los dineros del pueblo, no para perseguir a la oposición interna al estilo Evo. Éste es uno de los cargos públicos que debiera sea elegido por voto directo popular, de listas propuestas por el Colegio de Auditores. Solo así, podrán ser independientes.

Lógicamente tienen que ser elecciones técnica de buena fe, no como las que recientemente hizo el populismo chavista trasnacional, en la “elecciones” al poder judicial.

3) Necesitamos políticos profesionales a tiempo completo.- Ya se acabó el tiempo del amateurismo en la política. El tamaño de una sociedad de 2 millones de habitantes así lo amerita. Si eso era posible en la Santa Cruz de antaño, ya no lo es más en una metrópoli que crece caóticamente, a un ritmo desmesurado.

Los políticos necesitan capacitarse, armar equipos y estudiar concienzudamente las necesidades del pueblo, para velar efectivamente por nuestro progreso económico, social, con respeto al medioambiente. Y esto no es un trabajo a medio tiempo.

Sería útil que se incluyan como candidatos a gente con alguna experiencia previa en política. Ya sea en universidades, colegios profesionales, sindicatos, gremios o sectores sociales. Gente que hubiere tenido contacto con el poder y conozca sus peculiaridades.

Requerimos una clase política, humilde, sensible y meritocracia, que sea amada y respetada por su pueblo. La política es una de las tareas más honrosas que puede tener un hombre sobre la tierra.

Necesitamos reivindicar la noble carrera de la política, como una profesión de servicio público honesto, sabio y diligente.

4) Es necesario institucionalizar los cargos públicos.- Esta idea la planteé por primera vez en una publicación del periódico El Deber, el siglo pasado (4-04-1997), con el título de Institucionalización de los cargos públicos (Bandera que los políticos no reivindican)” (<- ver link).

La institucionalización de los cargos públicos es una urgente necesidad que debiera ser encarada prioritariamente, como un paso insoslayable para seguir profundizando nuestra joven democracia.

Desgraciadamente los partidos políticos no han tomado este importante asunto con la seriedad que corresponde, principalmente por que los cargos públicos son una fuente de pegas para la militancia, taras de un pasado que es necesario superar y que convierte los partidos políticos en agencias de empleo para oportunistas, que por lo general no buscan servir a la Patria sino servirse de ella.

Los funcionarios públicos deberían ser acogidos mediante un concurso de mérito, para de esta forma garantizar tanto su idoneidad como también la imparcialidad del gobierno de turno respecto a su elección.

Los funcionaros públicos escogidos de esta forma, que les garantiza trabajo de por vida, deberían ser los empleados mejor pagados del país, puesto que en sus manos se encuentra en gran manera nuestro destino. Así como también para inmunizarlos contra el virus más común de la administración pública, como es la corrupción. Dignificar al funcionario público significa, dignificar la Nación.


Estas son algunas de las moralejas que se pueden sacar de esta desafortunada historia de nuestra democracia edil. Es de esperar que podemos aplicar algunas de ellas, trasformando la tristeza que nos causaron, en una mejor democracia Camba para el siglo XXI.

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