Hoy nació Sofía, mi primera nieta.
Hoy es para mí un día especial, una nueva etapa de mi vida.
La pequeña Sofía nació a primera hora de la noche del 14 de junio del año 2.003. El día comenzó nublado y con amenazas de mal tiempo. Sabia, por charlas que tuve con gente de Charagua, que se aproximaba un Sur y Chilchi. Cosa que al fin no sucedió. Quiso el buen Dios, que pese a nacer en una de las épocas más frías del año, este día fuera un día radiante. Su tierra cruceña la espero con la calidez que siempre la caracteriza, incluso tiempo después de su nacimiento, salió una resplandeciente luna llena. Una hermosa “lunita Camba” nació junto con la bebita aquel día de otoño.
Esta nueva vida nace como
fruto del amor de Daniela y Leonardo. Y no solo eso, fruto del amor de dos familias.
No otra cosa significó la gran cantidad de parientes y amigos que asistieron a
su nacimiento. Cálculo que un total de 40 personas.
Todo sucedió con apacible naturalidad, como nace la vida. Tranquila, serena, sin prisa pero también sin pausa. Mucho tuvieron que ver con esto las suplicas al Padre Eterno y a los Siete Espíritus que están delante de su trono; Menora incluida. La madre estaba tranquila, el padre un atadijo de nervios; aunque se animó a entrar al quirófano a presenciar el parto, los parientes y amigos entre expectantes y curiosos. Los médicos que la atendían muy tranquilos, incluso el Dr. Carlos Fuchtner y Pipin, juguetones como siempre. De pronto salió la bebita rumbo a la sala de incubadoras. Sofía Suárez Ortiz había llegado al mundo.
Que hermoso que es ver la vida nacer, con su carga de amor y de dolor, de incertidumbre, de esperanza, de sueños, de lagrimas y de rizas. Es la naturaleza misma que se renueva en cada nueva criatura que llega a este mundo. Es como un nuevo brote del árbol de la vida, en la que la vida misma se continúa. Es como ver la lluvia y la tormenta, es como ver el paso de la luna y el sol, como ver el amanecer y el ocaso de cada día. ¡Que hermoso que es ver la vida nacer ¡
Bien venida a este mundo,
querida nieta Sofía. Dios te ilumine
y te guarde para siempre.
Jimmy Ortiz Saucedo
