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jueves, 1 de febrero de 2018

La revolución de la clase media



Jimmy Ortiz Saucedo

El conflicto que vivió Bolivia, entre fines del 2017 y principios del 2018, no fue otra cosa que la primera revolución de la clase media boliviana. Cansada de 12 años de un gobierno dictatorial, racista y corrupto, decidió salir del anonimato, hacer escuchar su voz en las redes y su presencia en las calles. Sintiendo que sus líderes políticos no hacían lo suficiente, decidieron tomar la historia en sus manos, con la democracia directa.

La Sentencia Constitucional 0084/2017; que habilita al presidente Evo Morales a la reelección indefinida, y la Ley No. 1005 del Código del Sistema Penal; que ejercía control político sobre el pueblo, fue la gota que rebalsó el vaso.

El masismo excedió los limites, pensaron que había llegado la hora de imponernos un Estado neocomunista, alejado de la visión de país que tiene mayoritariamente el pueblo boliviano. No tomaron en cuenta que el Muro de Berlín cayó hace años, y que ningún país del mundo quiere volver a revivir esa utopía fracasada, que dejó a su paso pobreza, sangre y sufrimiento. 

Es una vergüenza que el Foro de San Pablo; en pleno Tercer Milenio, ideara esta forma de gobierno que, bajo la máscara de la democracia, sea una vil dictadura. Será recordada como la versión izquierdista del Plan Cóndor.

El Presidente tuvo una mejor lectura del conflicto. El terrorista que no pudo ser Vicepresidente democrático, vio otra realidad. El primero pidió modificar su agenda 2025 (La Razón 25-01-18), incorporando reivindicaciones de la clase media, el segundo la llamo decadente (La Razón 17-01-18).

Lo que quedó claro en este conflicto, es que la correlación de fuerzas ha cambiado. La clase media, en sus diferentes expresiones institucionales y ciudadanas, es un nuevo actor en la política. Es un sector esclarecido, que conoce de sus derechos y no pude ser engatusado con facilidad. Son ciudadanos equilibrados en lo político, en lo económico y en lo social. No tiene la petulancia de las clases altas, ni el resentimiento de las bajas. Bolivia puede esperar mucho de ellos.

Si el Presidente Morales quiere incluir reivindicaciones de la clase media, el tema es facilingo, no son exigentes, solo quieren DEMOCRACIA Y LIBERTAD. Derechos básicos, innegociables.