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miércoles, 2 de diciembre de 2015

La destrucción del Sector Forestal Cruceño


Jimmy Ortiz Saucedo

La exagerada ideologización política y racial del gobierno, ha logrado su objetivo: la destrucción de nuestro sector forestal. Para el populismo boliviano ellos son sapos de otra laguna, representan exactamente lo contrario de su ideal plurinacional, son empresarios y cruceños, dos cualidades discriminadas explícitamente del Proceso de Cambio.

Las estadísticas hablan por sí solas: el año 1997 teníamos 89 empresas en el sector y 5.8 millones de hectáreas bajo manejo sustentable. El año 2014 tenemos tan solo 22 empresas y 2.2 millones de hectáreas bajo manejo sustentable. En este periodo se perdieron 67 empresas y 3,6 millones de hectáreas bajo manejo sustentable. Tampoco le ha ido bien a su pachamama, hoy a merced de los depredadores que dizque “combaten” en los foros. 

El año 2010 teníamos $us.120 millones de exportaciones y $us.17 millones de importaciones. En 2014 $us. 65 millones de exportaciones y $us.103 millones de importaciones. La balanza de pagos del sector también se fue al tacho, conjuntamente con la gran cantidad de empleos perdidos. Este sector tiene un potencial de exportación de 1.000 millones de $us y la generación de 250.00 empleos.
La destrucción de una de las más importantes industrias del oriente boliviano, era cuestión de tiempo. En la lógica geopolítica del gobierno, la destrucción de este sector era indispensable, para limpiar el camino al traslado de sus campesinos del occidente a las tierras bajas, en un clarísimo acto de neocolonialismo.

Las empresas forestales eran una traba que necesitaban eliminar, y lo lograron. Hoy, los programas de asentamientos humanos dirigidos por el gobierno, se ejecutan sin ningún obstáculo desde Pando hasta Santa Cruz. Ya consolidaron la toma del Norte amazónico; Norte de La Paz, Provincia Iturralde; Ballivián, Moxos, Itenez y Marban de Beni; El Choré, Guarayos y Bajo Paraguá en Santa Cruz. Todo como parte de una estrategia geopolítica de ocupación del territorio “rebelde”, un sueño precolombino.

Aquellos bosques naturales bien manejados, que lograron el reconocimiento mundial por su uso sustentable, han sido tomados al amparo de normas legales hechas a la medida. Lo evidente es que la gran mayoría de ellos han sido destruidos por el chaqueo, ¡al diablo con el falaz respeto al medioambiente!

Cualquier desatino es útil para justificar la cooptación del territorio. Lo evidente es que, con la destrucción del sector forestal; que era la primer barrera para el avance masista sobre las tierras bajas, solo quedan dos objetivos más, el avasallamiento a las Tierras indígenas y los parques nacionales; ambos en marcha.