Jimmy
Ortiz Saucedo
La exagerada ideologización política y racial del
gobierno, ha logrado su objetivo: la destrucción de nuestro sector forestal.
Para el populismo boliviano ellos son sapos de otra laguna, representan
exactamente lo contrario de su ideal plurinacional, son empresarios y cruceños,
dos cualidades discriminadas explícitamente del Proceso de Cambio.
Las estadísticas hablan por sí solas: el año 1997 teníamos 89 empresas en el sector y 5.8
millones de hectáreas bajo manejo sustentable. El año 2014 tenemos tan solo 22
empresas y 2.2 millones de hectáreas bajo manejo sustentable. En este periodo se perdieron 67 empresas y 3,6 millones de
hectáreas bajo manejo sustentable. Tampoco le ha ido bien a su pachamama,
hoy a merced de los depredadores que dizque “combaten” en los foros.
El año 2010 teníamos
$us.120 millones de exportaciones y $us.17 millones de importaciones. En 2014 $us.
65 millones de exportaciones y $us.103 millones de importaciones. La balanza de
pagos del sector también se fue al tacho, conjuntamente con la gran cantidad de
empleos perdidos. Este sector tiene un potencial de exportación de 1.000
millones de $us y la generación de 250.00 empleos.
La destrucción de una
de las más importantes industrias del oriente boliviano, era cuestión de
tiempo. En la lógica geopolítica del gobierno, la destrucción de este sector era
indispensable, para limpiar el camino al traslado de sus campesinos del
occidente a las tierras bajas, en un clarísimo acto de neocolonialismo.
Las empresas forestales
eran una traba que necesitaban eliminar, y lo lograron. Hoy, los programas de
asentamientos humanos dirigidos por el gobierno, se ejecutan sin ningún
obstáculo desde Pando hasta Santa Cruz. Ya consolidaron la toma del Norte
amazónico; Norte de La Paz, Provincia Iturralde; Ballivián, Moxos, Itenez y
Marban de Beni; El Choré, Guarayos y Bajo Paraguá en Santa Cruz. Todo como
parte de una estrategia geopolítica de ocupación del territorio “rebelde”, un
sueño precolombino.
Aquellos bosques
naturales bien manejados, que lograron el reconocimiento
mundial por su uso sustentable, han sido tomados al amparo de normas
legales hechas a la medida. Lo evidente es que la gran mayoría de ellos han
sido destruidos por el chaqueo, ¡al diablo con el falaz respeto al
medioambiente!
Cualquier desatino es
útil para justificar la cooptación del territorio. Lo evidente es que, con la destrucción
del sector forestal; que era la primer barrera para el avance masista sobre las
tierras bajas, solo quedan dos objetivos más, el avasallamiento a las Tierras
indígenas y los parques
nacionales; ambos en marcha.
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