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sábado, 1 de agosto de 2015

Reelección indefinida y democracia


camaleoninformativo.com

La democracia latinoamericana sigue luchando por su consolidación, el continente de los caudillos se niega a morir. Las fuerzas demócratas continúan en la trinchera.

Hoy la guerra se libra entre su perfeccionamiento y su falsificación. De un lado se encuentran políticos que tienen alma democrática; en busca de la elección presidencial por única vez, y del otro, los regímenes que usan la “democracia” como una careta para su despotismo; en busca de la reelección indefinida

No es casualidad que esta lucha se lleve adelante en esta parte del planeta, que ha tenido la desdicha de ver su vida republicana jalonada de caudillos “mesiánicos”, pretendiendo eternizarse en el poder. 

La democracia nació en Grecia, precisamente para eliminar este atropello al pueblo, expulsando del poder las tiranías de “nobles” que pretendían eternizarse en el poder.

Esta esencia no se puede desvirtuar, nadie es imprescindible en este mundo. Como dice el filósofo José Ingenieros, en su libro Las Fuerzas Morales: donde una generación cierra sus alas otro la abre para volar más lejos. La renovación de los liderazgos es vital para una sociedad sana, más aún para un pueblo enfermo. Con la democracia llegó la alternancia en el gobierno, ¡no queremos volver a tener Reyes, queremos Presidentes!

En la trinchera de la elección presidencial por única vez se encuentra México. El artículo 83 de su Constitución manda: El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.

En la trinchara de la reelección indefinida esta Venezuela. El artículo 230 de su Constitución manda:El período presidencial es de siete años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida”. Esta última es el sueño dorado del retrogrado socialismo siglo XXI.

Es una guerra en pleno desarrollo, con batallas en varios países. Hacemos votos por la victoria de las fuerzas democráticas, el continente lo necesita.

Los caudillos parlanchines, que han sido la causa principal de nuestro subdesarrollo económico y social, deben dar paso a demócratas verdaderos, que saquen nuestro continente del Tercer Mundo.

Los procesos de cambio, para ser coherentes, requieren cambiar periódicamente su liderazgo. Los caudillos son parte de la tradición conservadora.

Necesitamos líderes que honren la palabra empeñada al pueblo. Afirmar primero que no irán a la reelección, y luego ir a la reelección indefinida, es hacer trampa. Nadie le gana al Caballo del Corregidor en este continente. La ética tiene que llegar al poder.