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domingo, 1 de noviembre de 2015

No más retratos en las obras públicas


Foto tomada de ERBOL

Jimmy Ortiz Saucedo

Una de las taras que tiene la clase política latinoamericana en general, y la boliviana en particular, es la abusiva utilización de nombres y retratos en las obras públicas que se desarrollan en su gestión.

En los grandes carteles que se colocan; muchas veces más grande que las propias obras, es común ver las imágenes grandilocuentes de los servidores públicos. Amén que por todo y por nada se hacen celebraciones onerosas en las inauguraciones de obras, especialmente en épocas de campaña política. Incluso se llega al extremo de decir que ellas son un regalo al pueblo.

Yo me pregunto: ¿Acaso estas obras la realizan con su plata? ¿Cuál regalo? ¿Acaso estas obras no se construyen con dineros públicos? ¿Desde cuándo el cumplimento del deber exige recompensa? ¿Acaso no le pagamos su sueldo para eso mismo?

Esta anomalía hay que cortarles de raíz. Pude que seamos del Tercer Mundo; por culpa de ellos mismos, pero nuestros pueblos aspiran a tener democracias de calidad.

Con alegría he visto los primeros atisbos de racionalidad respecto a este tema, nada menos que en Costa Rica, una de las democracias más avanzadas del continente:

“El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, emitió un decreto que prohíbe la inclusión de su nombre en placas en lugares de obras públicas, como inauguraciones de puentes, carreteras y edificios. También dijo que no quería que su retrato fuera colgado en las oficinas del gobierno. Solís, que asumió la presidencia el mes pasado, expresó que el culto a la imagen del presidente era cosa del pasado(BBC Mundo 26 06 14).

Un decreto como este necesita Bolivia, el culto a la imagen de los líderes y de los jefazos, tiene que ser cosa del pasado.

Nuestras democracias precisan seguir avanzando, el continente de los caudillos ególatras y parlanchines tiene que morir, para dar paso a una democracia auténtica, de servidores públicos, no de patrones.




Expertos ponen en duda credibilidad de encuestas




Cuando el estudio se transforma en un hecho comercial más que un hecho de información, va a estar siempre orientada a satisfacer o a decir lo que el contratante quiere que diga, lo que deviene en un problema ético, afirma un analista

La credibilidad de las encuestas es puesta en duda por expertos en análisis políticos, legisladores y sociólogos, porque estas pueden ser manipuladas por todo aquel que encarga la elaboración de estos trabajos y, más aún, cuando un estudio de esta naturaleza es financiado por un partido o una tendencia política que pretende satisfacer su expectativa.
Una última encuesta que fue dada a conocer por la empresa Ipsos sostiene que el 49 por ciento de las personas consultadas votaría por el actual mandatario en una nueva elección. Asimismo, da cuenta que el rechazo a esa posibilidad es del 39 por ciento, en tanto que los ciudadanos que no optan por ninguna de esta posición, alcanza el 11 por ciento
La consulta que realizó a las personas el estudio estadístico dice: ¿Si Evo Morales pudiera ser reelecto nuevamente, votaría usted para él para Presidente?
PRESTIGIO DE EMPRESAS
Según el analista Jimmy Ortiz, esta encuesta pone en entredicho el prestigio de estas empresas, porque es un estudio que no se asoma a la realidad. A su juicio, lo más probable es que el SÍ y el NO tengan una diferencia muy pequeña en el referéndum del 21 de febrero de 2016. En ese marco, sostiene que este tipo de adelantos son tendenciosos y buscan manipular al electorado.
En tanto, el analista político Iván Arias menciona en una publicación que estos métodos de medición de la intención del voto plantean  sobre el manejo ético de los datos, es decir, hasta qué punto se puede manipular, o utilizar un dato para mostrar otra realidad de los resultados obtenidos, para ello aclara que el único aspecto que puede marcar los límites es la ética.
También se refiere que cuando un estudio de esta naturaleza está solventado económicamente por un determinado partido político o una tendencia política y busca satisfacer la expectativa particular pierde credibilidad.
OPOSICIÓN
En tanto, la oposición, a través de Norma Piérola, dijo que este tipo de estudio está completamente “desfasada” y dirigida por gente del oficialismo, cuando existe una decisión generalizada del pueblo boliviano de decirle NO al gobierno de Morales.
En ese marco, considera que esos datos buscan necesariamente manipular a la población, intentando ocultar actos de corrupción.
LIMITACIONES
En torno a las limitaciones que conllevan esta clase de estudios, el politólogo Marcelo Silva dice que en primer aspecto estas encuestas son fotografías que se toman en un determinado momento y no son irreversibles. Respecto a un segundo punto, sostiene que es el espacio de las muestras, que pueden variar en un país donde hay una fuerte polaridad entre los urbano y rural.
En un tercer aspecto, sostiene que existe el riesgo que los datos sean manipulados políticamente, induciendo a los indecisos para sumarse a los que van de primero.
SOCIÓLOGO
Para el sociólogo, Raúl España, la formulación técnica de encuestas en términos de definición de una muestra, es que cuanto más representativa es la muestra, la encuesta puede tener mayor fiabilidad, pero también cree que hay otro elemento que se ha introducido en la elaboración de estos estudios y que muchas veces, más allá de su formulación técnica, están orientadas a inducir las percepciones de la población respecto a alguna temática, sobre todo en términos políticos.
En ese marco, se refirió a las últimas elecciones generales que se efectuaron en la Argentina el domingo pasado, donde las encuestas que fueron pagadas por las fuerzas políticas estuvieron orientadas a inducir a cierta tendencia al voto, sin embargo, no hubo resultados que buscaban las encuestas en el proceso de sesgar esos estudios.
“Ese es otro problema, cuando la encuesta se transforma en un hecho comercial más que un hecho de información, va a estar siempre orientada a satisfacer o a decir lo que el contratante quiere que diga, lo que deviene en un problema ético de las empresas encuestadoras”, expresó.
CREDIBILIDAD
En torno a la credibilidad de esos estudios, opina que una encuesta bien realizada es un elemento de referencia que puede permitir captar las percepciones que tienen los actores para tomar decisiones, resolver algún tipo de problemas y para generar alguna acción en relación a una demanda.
Sin embargo, sostuvo, que cuando la encuesta está sesgada por otro tipo de intereses, esos estudios pierden totalmente fiabilidad. Añadió que la encuesta en sí no es mala en sí misma porque es un instrumento que adoptan los cientistas sociales, un instrumento metodológico de carácter cuantitativo, sin embargo, depende quién lo haga y cómo la hace para que sea fiable o no.
Respecto a la opinión en sentido de que las encuestas son un instrumento privilegiado de los partidos políticos, dejó en claro que no se puede privilegiar un instrumento, porque no es una actitud coherente, ya que estos estudios reflejan nada más que la fotografía de un momento dado.
RESPUESTAS SUBJETIVAS
Aseveró que las respuestas están cargadas de mucha subjetividad, que pueden reflejar el estado de ánimo de las personas y que son juicios de opinión que tiene la gente, por lo que no reflejan necesariamente una situación con alto grado de objetividad. A su juicio, las encuestas hay que saber leerlas y contextualizarlas en el análisis más amplio de una situación determinada, en la cual uno está desarrollando el trabajo, donde no se puede leer los números fríos en sí mismos sino que hay que contextualizarlos.
“Si bien estos estudios son un instrumento que generan sólo un cierto tipo de información, porque hay que contrastarla y compararla con otro tipo de instrumentos, no necesariamente de modo cuantitativo sino cualitativo, pues la investigación por sí misma no dice la verdad absoluta, sino que sólo ofrece marcos de referencia en torno a algo.
DATOS
- Las encuestas pueden ser manipuladas por todo aquel que encarga la elaboración de estos trabajos, más aún si es financiado por intereses políticos.
- Las encuestas por el SÍ o por el NO son adelantos tendenciosos y buscan manipular al electorado.
- Para la oposición política, estas encuestas buscan manipular a la población, intentando ocultar actos de corrupción.
- Cuando la encuesta se transforma en un hecho comercial más que un hecho de información, va a estar siempre orientada a satisfacer.
- Una encuesta bien realizada es un elemento de referencia que puede captar las percepciones de los actores para tomar decisiones.
- La investigación por sí misma no dice la verdad absoluta, sino que sólo ofrece marcos de referencia en torno a algo.