Monumento a La Madre India
Foto tomada por Jimmy Ortiz Saucedo
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Columna virtual: Comentando la noticia
() Noticia: Indígenas denuncian que petrolera invadió
campo sagrado en Caraparicito (Erbol
4-07-15, fuente El Deber).- El Consejo Continental de la Nación Guaraní
(Conagua) se declaró en estado de emergencia debido a que la petrolera Total
supuestamente ‘violó’ su territorio en la comunidad Caraparicito (Cordillera).
() Comentario: Esta es una página negra para la cultura Cruceña. Dice el periódico El
Deber al respecto: “La empresa transnacional removió 78 restos óseos
de un cementerio perteneciente a la Asamblea del Pueblo Guaraní
(APG) de Alto Parapetí, además que descubrió de manera fortuita piezas
cerámicas, objetos de
piedra y conchas”. Este hecho sucedió, según reporteenergia.com,
el 23 de julio del 2014.
Un accidente
como este puede ocurrirle a cualquier empresa, está dentro de las potencialidades
de quien hace movimientos de tierra, lo malo fue la forma incorrecta en que se trataron
estos sagrados restos humanos, de una de nuestras etnias orientales más importantes.
Si este
atropello hubiera ocurrido con una de las etnias
de occidente, que hoy domina la política boliviana, alzaban el grito al
cielo. El propio presidente Morales habría salido en su defensa.
Pero no, como es
de una etnia oriental les importo un
pito, le metieron nomas. El petróleo que existe debajo del cementerio guaraní, fue
más importante que la cultura de un pueblo. La yesquera del gobierno y las
ansias por ganar plata de la multinacional petrolera, es una combinación
explosiva.
Ya no se salvan ni las áreas protegidas, han superado a los execrables
neoliberales de Goni. La muletilla de su madre tierra, es cada día más cuento
chino. Ya se olvidaron del pedido que les hizo el Papa Francisco, en la Feria
Exposición, hace unas pocas semanas: “Yo les pido, en nombre de Dios, que defiendan a la Madre Tierra” (CNN
en español). La plata capitalista es su verdadero dios.
Fuentes bien
informadas me contaron que el arqueólogo de la petrolera estaba siguiendo los protocolos
adecuados para estos tipos de hallazgos, pero como el procedimiento es muy
moroso, un Viceministro Plurinacional le pidió que los saque como sea, afín de
acelerar el proceso. Los restos de
humanos estuvieron tirados en un depósito a
cielo abierto, envueltos en una geo membrana alrededor
de un año, hasta que se descubrió el atropello.
Foto tomada por el arqueólogo Camilo Drakic
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El 7 de julio de
2015 firmaron un acta de acuerdo, la Asamblea del Pueblo Guaraní, el Ministerio
de Cultura y Turismo, y la empresa Petrolera Total E&P Bolivia (reporteenergia.com),
donde se estipula el sui generis re enterramiento de los respetos encontrados.
Figura considerada impropia por la arqueología, lo que convertiría los sagrados
restos en basura arqueológica. Este
acuerdo es indigno para la opinión pública Cruceña, el cementerio guaraní no
puede transformarse en basura. Es verdaderamente censurable que la APG no hubiera
hecho respetar su cementerio ancestral, por un plato de lentejas.
La gobernación de Santa Cruz ha rechazado el acuerdo (El
Deber 08 08 15), así como muchos ciudadanos por las redes sociales. Un manifiesto
público, firmado por historiadores de la talla de Paula Peña, Alcides Parejas y
Ruber Carvalho, hizo lo propio. El documento, Firmado
el 22 de julio de 2015, expresa
en parte saliente:
“Lamentablemente la empresa petrolera y
las autoridades nacionales que han tratado el tema no le han dado la
importancia debida y están proponiendo una solución absolutamente inaceptable: ¡el reenterramiento de estos restos!
La solución propuesta es totalmente
irracional e inadmisible porque significaría la destrucción del sitio
arqueológico, que –tal como lo establecen las leyes bolivianas sobre
arqueología en vigencia—debe ser preservado y ser estudiado de acuerdo a las
normas académicas que dicta la ciencia arqueológica.
Los abajo firmantes protestamos por este
atropello a nuestro Patrimonio Cultural. Exigimos que las autoridades
nacionales y departamentales, con la celeridad que exige el caso, hagan
preservar debidamente este sitio arqueológico que forma parte del pasado
de todo pueblo boliviano".
Foto tomada por el arqueólogo Camilo Drakic
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Adhiriéndome al
manifiesto de los ilustres historiadores, exijo al Ministerio de Cultura y a la
multinacional petrolera; cómplices en
este atropello, respetar la Cultura Cruceña.
Esta tierra es nuestra, la trajimos a Bolivia cuando decidimos ser parte de ella. La sangre de nuestros próceres corrió
por defenderla en la
batalla del Pari; la batalla más sangrienta de la independencia americana.
Por esta tierra lucharon Warnes, el cura Salvatierra, el Colorao Mercado, Cañoto
y los 1.200 indígenas de Membiray. Tenemos
el derecho histórico, y la seguiremos defendiendo.
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