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lunes, 18 de agosto de 2008

La Tercera Republica

La Bolivia de la plata.- Allá por los albores de la república boliviana, el poder económico giraba en torno a la minería de la plata, cuyo epicentro se encontraba en el eje Potosí–Sucre. Región del país que fue mundialmente famosa, por las grandes riquezas minerales encontradas en su subsuelo.

Como el poder económico necesariamente atrae al poder político, no otra región podía haber sido la capital de la naciente república de Bolivia; así lo manifestaron soberanamente, todos firmantes del acta de la independencia de 1825. Esta es la que llamo... la primera República, o la Bolivia de la plata.

La explotación de este valioso mineral, genero una economía minera caracterizada por la alta concentración de las riquezas, en manos de una pequeña nobleza – burguesía y una gran mayoría de la población boliviana sumida en la pobreza, recogiendo solo las migajas del banquete de los ricos.
Este tipo de explotación no fue capaz de crear una clase media, que es la que verdaderamente da a un país estabilidad: política, económica y social, y por lo tanto viabilidad en el largo plazo.

Una característica importante de ésta Primera República, fue su esclarecida elite intelectual, salida principalmente de la Real y Pontificia Universidad de San Francisco Javier, centro continental del pensamiento vanguardista de la época.

La Bolivia del Estaño.-Con el decaimiento del precio de la plata en los mercados mundiales, comenzó a aparecer como opción alternativa la minería del estaño, centrada principalmente en La Paz y Oruro. Fue por aquel entonces que obedeciendo la ley “de quien detenta poder económico, detenta también el poder político”... “fue en la práctica cambiada la Capital de Bolivia, a la ciudad de La Paz”. Apareció entonces la que llamo... La segunda República o “la Bolivia del Estaño”. Es importante destacar que esta transición fue realizada de una manera sangrienta, como lo atestiguan los mártires de Ayo Ayo (donde el nivel de odio llego a extremos, que existieron casos de canibalismo).

Este sistema de explotación minera, al igual que el de la Bolivia de la plata, fue creador de una burguesía minera altamente concertadora de la riqueza, como lo fueron: Patiño, Hoshil y Aramayo. Dejando por otro lado, a la gran mayoría de nuestros conciudadanos, debatirse en la pobreza. Incluso los sacrificados trabajadores mineros, subsistían en régimen de cuasi esclavitud, teniendo una esperanza de vida de solo 30 años.

Este desarrollo no pudo ser también sustentable en el tiempo, por la falta de una adecuada redistribución de las riquezas Nacionales; aspecto básico no solo de justicia y solidaridad, sino también de “sentido común”. Puesto que de existir tales desigualdades sociales, ni los ricos ni los pobres viven en paz. Los unos por el hambre y la miseria y los otros por la falta de seguridad que genera la delincuencia, “condenándolos a vivir con el Jesús en la boca en sus palacios de cristal”.

Al igual que la Bolivia de la plata, la Bolivia del Estaño, por su propia naturaleza no pudo crear clases medias, que por segunda vez pudieron haber dado la anhelada estabilidad política, económica y social al país. Surge de ahí la Bolivia caótica e inestable que conocemos actualmente, con políticos comprometidos con estos grupos de poder, profesionales de la corrupción y de la mentira, que gracias a Dios el pueblo hoy los distingue perfectamente, que ultrajaron y desprestigiaron la noble carrera de la política.

La tercera República.- Con el decaimiento del precio de los minerales en general y del estaño en particular en los mercados mundiales, comenzó la crisis de la Bolivia del Estaño. La misma que hoy lucha contra la historia, para poder seguir subsistiendo, dando sus últimos “pataleos de aogao”. Tratando de quedarse con el poder, con todo tipo de armas, principalmente con los menos nobles. Es en estas circunstancias que Bolivia vuelve sus ojos a la tercera república, “la Bolivia verde”, buscando en nuestras fértiles llanuras y montes, su nueva fuente de sustento.

Como Santa Cruz detenta cada vez más el poder económico, es también lógico y natural que detente el poder político, aspectos que son causa y efecto.

Esta nueva Bolivia esta basada principalmente en la explotación agrícola y ganadera, que tal como sucedió en otros países del mundo, como por ejemplo: Estados Unidos, Rusia, Canadá, Brasil, Argentina; para citar algunos. Crearon un efecto multiplicador tan grande, que los llevó a los sitiales de vanguardia que hoy detentan. Es por eso y con justa razón, que se dice: que “la agricultura es la base de todo desarrollo”. Esta actividad genera: el transporte, el comercio, la agroindustria, los servicios, etc. etc. Su efecto multiplicador es casi infinito (aunque no debemos olvidar que Santa Cruz posee también: Hidrocarburos, minería no tradicional, recursos forestales, turismo y otros).

Es también digno destacar la importancia que la región dio a la capacitación de sus recursos humanos, dentro y principalmente fuera de nuestras fronteras patrias; como parte intrínseca de su modelo de desarrollo.

La Bolivia verde fundamenta su desarrollo en la explotación de recursos naturales renovables, que de ser “adecuadamente tratados” producirá indefinidamente. En tanto que la Bolivia minera, basó su desarrollo en la explotación de recursos naturales no renovables y por tanto de producción finita, que necesariamente se agotarán tarde o temprano. Esto muestra claramente la fortaleza de un modelo de desarrollo respecto al otro.

La explotación agropecuaria por su misma naturaleza, crea una automática redistribución de ingresos, que beneficia a una cantidad mucho más grande de ciudadanos, que los que genera cualquier otra actividad económica. Creando una clase media poderosa, que dará estabilidad: económica, política y social, y por lo tanto sostenibilidad en el largo plazo. Creando en última instancia, una Bolivia digna de entrar en el tercer milenio.

Existe una vieja Bolivia minera que muere y una nueva Bolivia verde, que como el sol nace por el oriente, para generar un país más justo y más humano, cálido y acogedor como nuestras tibias llanuras y montes.
Las luchas que se vieron en el pasado inmediato: llamase desaparición del ministerio de agricultura, dieselazo, arancel cero, injusta distribución de parlamentarios a la región, ley forestal, ley INRA, ley Minera, y quien sabe que otras tendremos en el futuro. Todas obedecen a batallas de la misma guerra... “la guerra del cambio de poder, de la Bolivia minera a la Bolivia verde”.

Esta lucha de poder que actualmente sostenemos, es indudablemente para la región una lucha “muchísimo más importante que la lucha por el 11%”. En aquella época luchamos únicamente... por “agua, pavimento y luz”, hoy luchamos por detentar el poder, que inexorablemente la historia nos tiene preparada. Oponerse a este cambio significa oponerse a la historia y porque no decirlo también, significa una tradición a la patria, que busca días mejores para el bien de todos sus hijos.

Los cruceños nacidos en esta tierra y “los gozosamente adoptados por ella”, debemos prepararnos para esta guerra, fortificando a nuestros líderes y sobre todo uniéndonos a ellos, ya que esta unión, igual que lo fue en la década de los 50, será nuestra fuerza también en los años 90.

Esta tercera República se caracterizará por un liderazgo de “límpida frente y de leal corazón”, despojado de las miserias humanas que caracterizaron los tristes 171 años de vida de la Bolivia minera. Será algo así como ver de nuevo a Bolívar y Sucre, a Cañoto y al “Colorao Mercado”, traspasando el año 2.000, reencarnados en estos nuevos líderes que forjaran una patria digna de vivir y morir por ella.

Estos líderes, nunca olvidarán la humillación del centralismo miope y la dureza del abandono de casi 150 años al que fuimos sometidos, para que esta historia no vuelva más a repetirse con ninguna región de la patria.

Estoy seguro, que así como después del invierno llega la primavera el 21 de Septiembre, y con ella: la luz, el calor, la lluvia, la belleza de las flores y el verde de la naturaleza, así también llegó el momento que los cruceños asumamos el rol que la historia nos depara, para el bien de la Bolivia del siglo XXI.

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Publicado en:

- El Periódico El Mundo de Santa Cruz, pagina A 6. El 22 de marzo de 1997.

1 comentario:

Marcelo dijo...

Y llegó la Blivia verde?

Qué pasó con la Bolivia del Gas?

Slds

ML