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| El Canciller David Choquehuanca propuso a la Oficina de la Onudd el deseo del Gobierno boliviano de volver a la Convención internacional sobre estupefacientes. |
Las declaraciones del canciller David Choquehuanca sobre el traslado de una delegación hasta la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), manifesta el deseo del Gobierno boliviano de volver a la Convención Internacional sobre estupefacientes. El analista Jimmy Ortiz sostuvo que esta decisión sólo demuestra que el Ejecutivo no cuenta con un plan antidroga.
El analista expresó que el Gobierno nunca propuso una política clara sobre la lucha antidroga. “Desde que los actuales gobernantes se hicieron cargo del país fue evidente la ausencia de un plan antidroga definida y en respuesta a ello todos los territorios se consideraron libres de producir la droga”, señaló.
Manifestó también que existe una total descoordinación entre el Gobierno y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) que no permite una lucha frontal en contra de la fabricación de los estupefacientes en el país.
Esta realidad, dijo, nos ha dejado expuestos a la inseguridad y al incremento de los centros de comercialización de droga, que se evidencia en el microtráfico de estupefacientes en Bolivia.
El canciller Choquehuanca dijo ayer en Viena que Bolivia tiene la intención de ser parte de la Convención Internacional sobre estupefacientes, de manera que esta instancia sea quien colabore de manera efectiva en la lucha contra el narcotráfico y a la reducción de los cultivos de la hoja de coca.
Estas afirmaciones del canciller Choquehuanca fueron emitidas luego de que el martes fuera transmitido el mensaje del director de Onudd, el Ruso Yuri Fedotov, quien se refirió a éste y otros temas.
El Canciller boliviano dio a conocer su deseo de que la comunidad internacional les acompañe en este pedido, “no creo que nos dejen solos en esta titánica lucha que lleva adelante Bolivia, en contra del narcotráfico”, refiriéndose al contenido de su encuentro con la autoridad rusa.
El país en 2011 decidió retirarse de la Convención de 1961, a la que precisamente ahora intenta volver, pero con una reserva sobre la prohibición del masticado de la coca, una tradición ancestral que tiene el país.
Para que Bolivia sea readmitida con la reserva que ha planteado tiene que ser aceptada por dos tercios de los 184 países miembros de la Convención, que vetó la planta porque contiene alcaloides que son la base para elaborar la cocaína.
“Soy optimista de que Bolivia vuelva a ser parte de la Convención”, subrayó el canciller, recalcando que en una reciente reunión en Teherán 120 países del Movimiento de los No Alineados apoyaron de forma explícita la posición de La Paz sobre la hoja de coca.
El jefe de la diplomacia boliviana se encuentra inmerso en una gira por Europa. Visitará Viena, Naciones Unidas, y luego continuará por Francia, Suecia, Alemania y Bélgica, países en los que explicará la posición de Bolivia sobre la hoja de coca.
Choquehuanca reconoció que su gira visitará los países “más difíciles” respecto a la petición de Bolivia, explicó que quiere subrayar a las cancillerías europeas que “la aplicación de la reserva sólo afecta al pueblo boliviano y no así a la integridad de la Convención”.
El responsable boliviano subrayó el total compromiso de su país en la lucha contra el narcotráfico y destacó el último informe de la Onudd, que recoge una reducción del 12% de los cultivos de coca en Bolivia, al pasar de las 31.000 hectáreas de 2010 a 27.200 de 2011.
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