Columna virtual: Comentando la noticia
Vivo en un pueblo que sigue
luchando por su libertad
- Enviada por mailing a mis contacto, el 14 de agosto de 2012 (10.110)
- Publicado en CNN Ireport
- Publicado en la web de La asociación de residentes orientales de florida
- Publicado en la web radioiyambae.com
- Publicado en la web ernetojustiniano.org
- Publicado en la web analitica.com de Venezuela
- Publicado en la web informeuruguay.com.uy de Uruguay
- Publicado en la web icees.org.bo
() Comentario: Destruir no cuesta nada, construir demora toda una
vida. Lo sucedido en la estancia chaqueña Caraparicito, es un patético ejemplo
de los resultados de la revolución del odio plurinacional.- Publicado en CNN Ireport
- Publicado en la web de La asociación de residentes orientales de florida
- Publicado en la web radioiyambae.com
- Publicado en la web ernetojustiniano.org
- Publicado en la web analitica.com de Venezuela
- Publicado en la web informeuruguay.com.uy de Uruguay
- Publicado en la web icees.org.bo
() Noticia:
Abandonan a
guaraníes que ocupan Caraparicito (El Deber 13-08-12).- La guaraní Sara
Rojas soñó que la casa señorial iba a ser suya en algún momento remoto. Pero
esa última madrugada había sido feliz con aquel sueño que hoy lo recuerda como
un dulce presagio, pero que no le alertó que ello también le traería días
oscuros.
La toma del predio fue un acto simbólico, de esos
que tanto le gustan a los masistas. Recuerdo al entonces implacable viceministro Alejandro Almaraz, vestido como para ir de
cacería y echando espuma por la boca, exaltando las virtudes de la revolución
chavista del populismo boliviano.
Esta toma fue del mismo estilo que la aparatosa “nacionalización”
de YPFB, que tanto molesto a Brasil. Donde su Excelencia, nuestro Ejército Nacional
y el terrorista George
Peter Nava, mostraron su patriotismo y bravura.
Tanto teatro en la toma de Caraparicito para luego abandonarla, junto a sus ex aliados los
guaraníes, que ya no tienen interés para el neocolonialismo aimara. Hoy son un
incómodo estorbo, que ha develado sus verdaderas intenciones.
Tanto teatro en tomar YPFB para luego entregarla a la voracidad de la militancia, 500 años
sin melea de Santos Ramírez, de Gerson Rojas y de Carlos Villegas. Sin contar
los presidentes anteriores echados por evidentes indicios de corrupción y los innumerables
escandaletes de menor monta en la estatal petrolera.
La revolución del odio es buena solo para destruir, cuando se trata de construir no tienen las más mínimas
condiciones. No se necesita ser muy sabio para destruir, es solo agarrar un
martillo y “meterle nomas”. Sin embargo para construir se necesita sabiduría,
amor y perseverancia.
La revolución del odio ha destruido la democracia boliviana,
que tenía 24 años cuando Morales llegó al poder, transformándola en la dictadura
hipócrita que tenemos hoy.
Ha destruido el Poder Judicial y la Fiscalía, transformándolos en simples instrumentos
de persecución política contra sus adversarios. Generando además a Bolivia, en
un país sin seguridad jurídica, no apta para la inversión que genera empleo.
La revolución del odio nos ha transformado en La República de la
Cocaína, que tanto nos llena de vergüenza en el ámbito internacional
y que tiene a Bolivia sumida en una brutal inseguridad ciudadana, con el hijo
del Chapo Guzman estudiado pilotaje en nuestro territorio (<-El Deber
14-06-12).
No tengo duda que la destrucción continuara, nos
dejarán este País en ruinas, no saben hacer otra cosa. Lo único que hacen bien,
es plantar coca ilegal, para destruir a nuestra juventud y al vecindario
sudamericano.
Por eso, para vergüenza nuestra, Brasil tiene
militarizada toda la frontera con su incordio del Oeste.
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