Son muchos los problemas que tanto agricultores como ganaderos han soportado en el pasado inmediato, y es de esperar por desgracia, que varios de ellos se seguirán sintiendo en el futuro.
Solo para citar los que considero más importantes, indicare algunos: Ausencia de políticas agropecuarias de estado, falta de extensión rural, falta de seguro agrícola, ausencia de una Banca de Fomento, La circular 291 de la superintendencia de Bancos, la inseguridad jurídica de la tierra, los caminos en mal estado, el contrabando, los deficientes canales de comercialización y los problemas climáticos tipo Niño–Niña.
Es importante darse cuenta que existen dos diferentes tipos de problemas: Los que pueden ser controlados por el productor y los que no pueden ser controlados por el productor. Los citados anteriormente, son del tipo que no pueden ser controlados, siendo de naturaleza macroeconómica y climática. Pero existen otros problemas que si se los puede controlar, que son los problemas microeconómicos.
El productor individual debe concentrarse en la solución de los problemas que si puede controlar, por los otros, en la práctica nada puede hacer. Aunque si lo debe hacer sus gremios y la sociedad civil organizada. Por desgracia al común del pueblo, no les quede tan clara la gran incidencia que tiene en su propia economía, la economía del sector agropecuario.
Estas tres recomendaciones van orientadas a los problemas, que si pueden ser controlados por el productor y corresponden al área administrativa-financiera:
1) La diversificación de sus fuentes de ingresos.- Reza un sabio adagio popular “No se puede colocar todos los huevos en la misma canasta”, mostrando la peligrosa dependencia de una sola fuente. Esto mismo debe hacer el productor, no depender de una sola fuente de ingreso, aspecto que le dará mucha fragilidad financiera.
Un productor no debería tener menos de tres fuentes de ingresos diferentes y no más de cinco. Tener menos de tres significaría la fragilidad ya indicada, tener más de cinco, le acarrearía complicaciones técnicas y administrativas.
Esta diversificación podrá ser echa dentro y fuera del propio sector. “Mejor si es fuera del sector agropecuario”. Una estructura de ingresos diversificada, en diferentes sectores de a economía, permitirá con mayor solvencia hacer frente a contingencias de precios. “Otra seria la situación del sector en esta difícil coyuntura, si el productor tuviera una estructura de ingresos diversificada”.
Es importante también seleccionar rubros cuyos productos y subproductos puedan combinarse y complementarse.
2) La elaboración de Balances.- Esta técnica contable, utilizada desde el siglo XVII, debe comenzar a utilizarse de forma generalizada en el sector agropecuario. Tienen que elaborarse planes de cuentas sencillos, que pudieran ser utilizados con facilidad por los productores. El uso de computadoras, cada vez más baratas y fáciles de usar, simplifica de sobremanera esta actividad.
Indudablemente, no actúa con sensatez, quien no sabe responder preguntas tan elementales como: ... ¿cuánto gane o perdí este año en la hacienda? o ¿que rentabilidad tuve? Estas respuestas, y muchas otras, salen del balance.
Del balance pueden obtenerse también una serie de índices importantes, que dan idea de: liquidez, endeudamiento, crecimiento, rentabilidad y otros; que son indispensables herramientas gerenciales para la “toma de decisiones inteligentes”. Por lo tanto, el Balance una necesidad empresarial insustituible.
3) La elaboración de Flujo de Caja proyectado.- Esta simple pero importantísima herramienta financiera, debe ser la norma y no la excepción en las actividades empresariales en general y en particular en la Agropecuaria El flujo de caja debe ser un aliado esencial del productor, que le permitirá conocer con anticipación su déficit y excedentes de liquidez, para actuar con tranquilidad y sobretodo con eficiencia financiera. “En la actualidad el flujo de caja solo se hace para presentar al Banco”.
Considero que estas tres sugerencias pueden ser de suma utilidad en el desarrollo empresarial del sector y pueden servir de punto de partida de otras innovaciones necesarias.
Los momentos de crisis son momentos naturales para morir, pero son también son excelente momentos “renacer”. Los momentos de crisis no devén amilanar a nuestros hombres del campo, devén por el contrario estimular su intelecto en el camino de la necesaria reflexión y autocrítica, buscando soluciones creativas que permitan la sobre vivencia y bienestar de esta noble actividad; responsable por el 42 % de del producto interno bruto del Departamento de Santa Cruz. (1)
Estoy completamente seguro que la Agropecuaria Cruceña renacerá de sus cenizas, como el ave fénix, para que volver a ocupar el lugar de destaque que merece. Pero para esto necesariamente deberá transformase: de Agricultor a empresario agrícola y de ganadero en empresario ganadero. La eficiencia es la única herramienta que nos permitirá sobrevivir en un mundo globalizado.
(1) Fuente CAO, estadísticas del año 1998.
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- El periódico El Deber de Santa Cruz, Columna Los Colaboradores. 15 de mayo del 2000 y el 7 de junio del 2000.
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