Si el desafortunado conflicto municipal
sirvió para algo, fue para sacar la moraleja y no volverlo a repetir. Esa es su
única utilidad.
La democracia cruceña tiene que asimilar
este duro golpe, que la desprestigia ante el pueblo. Es necesario dar un paso
hacia delante, transformándose en la democracia que aspira la ciudadanía. Una democracia civilizada, de primer
mundo, aunque seamos del tercero. Las acusaciones públicas de corrupción y nepotismo, entre funcionarios del ejecutivo municipal y concejales, no es lo que queremos. No queremos funcionarios que ventilen sus impudicias por la televisión, con la desfachatez de los intocables.
La calidad de las autoridades en
democracia es vital. Ningún país es
mayor que el tamaño de sus líderes.
En lo
particular saco las siguientes moralejas de esta página negra, y lo pongo a
consideración de mi pueblo:
1) Necesitamos instituciones de principios y
no de personas.- Es imperativo tener partidos políticos con una Visión de País compartida, con planes y
proyectos políticos claramente definidos. Recién después juntar en torno a
ellos, a ciudadanos y líderes. Principios SI, caudillos NO, esa es la fórmula.
Y no
digo Agrupaciones Ciudadanas, porque
estas han mostrado su fracaso. Son instituciones “unipersonales”, con una
fuerte inconsistencia programática. Muchas veces buenas para subir, pero
generalmente pésimas para gobernar.
En
política la fidelidad es con las ideas y
los principios, no con los caudillos. Sólo se tiene lealtad con Dios, con nadie más.
2) El desafío del Siglo XXI es que la ética
llegue al poder (El
País 24-08-01).- Estas son palabras de Adela Cortina, catedrática de
Filosofía de la Universidad de Valencia.
Esto
es perfectamente válido para nuestra bisoña democracia. Necesitamos hombres de alma
noble en la política, todo lo
demás viene por añadidura. Precisamos ciudadanos que no le roben plata a
nuestra miseria.
3) Necesitamos políticos profesionales a
tiempo completo.- Se acabó el tiempo del amateurismo en la política. Una
ciudad de 2 millones de habitantes así lo amerita.
Se tiene
que seleccionar como candidatos a gente con experiencia previa en política.
Ya sea en universidades, colegios profesionales o sindicatos. Gente que hubiere
tenido contacto con el poder y conozca sus peculiaridades.
Necesitamos reivindicar la noble carrera de la
política, como una profesión de servicio honesto, sabio y diligente.
4) Es necesario institucionalizar los cargos
públicos.- Esta idea la planteé por primera vez en el periódico El
Deber del 4-04-1997. La presentaba como una urgente necesidad para seguir
profundizando nuestra democracia.
Los partidos políticos no han tomado este asunto con la seriedad que corresponde. Los cargos públicos son una fuente de pegas para la militancia, taras de un pasado que es necesario superar y que convierte los partidos políticos en agencias de empleo.
Los funcionarios públicos deberían ser escogidos
mediante un concurso de mérito, para de esta forma garantizar su
idoneidad e imparcialidad del gobierno de turno. Los partidos políticos no han tomado este asunto con la seriedad que corresponde. Los cargos públicos son una fuente de pegas para la militancia, taras de un pasado que es necesario superar y que convierte los partidos políticos en agencias de empleo.
Estas
son algunas de las moralejas. Es de esperar que podemos aplicarlas, transformando
la decepción que nos causaron, en
una mejor democracia Camba para el siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario