Columna virtual: Comentando la noticia
Vivo en un pueblo que sigue
luchando por su libertad
- Enviada por mailing a mis contacto, el 29 de mayo de 2012 (9.769)
- Publicado en CNN Ireport
- Publicado en la web de La asociación de residentes orientales de florida
- Publicado en la web ernetojustiniano.org
- Publicado en la web elsistema.info
- Publicado en la web friendfeed.com
¿Se subestima la importancia de los Derechos Humanos? ¿Nos hemos acostumbrado a su violación sistemática? ¿A caso no es verdad lo que dicen los gringos? ¿No lo vemos todos los días? ¿Acaso ya no lo dijo también: “el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre detenciones indebidas, los gobiernos de Irlanda y Hungría, el Congreso de Paraguay, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Freedom House, Sociedad Interamericana de Prensa, Reporteros Sin Fronteras y un largo etcétera” (eje.tv 26-05-12)? ¿Sigue calando la autocensura para no incomodar el evismo? ¿El mensajero perjudica el mensaje?
De mi parte yo seguiré defendiendo los derechos humanos y la democracia, aunque sea una voz que grita en el desierto, como San Juan Bautista. Porque los derechos humanos son parte de la democracia. Estos dos principios son básicos en la cultura moderna y son un patrimonio del hombre civilizado.
Es increíble que se siga defendiendo estos dos
elementales conceptos en pleno tercer milenio. Estamos muuuuuuuuy mal en el
Estado Plurinacional de Evo Morales, inspirado en Hugo Chavez. Éste es un estado troglodita.
Es inverosímil seguir defendiendo la democracia, a
más de 2.500 años de los griegos. No es admisible que las luchas de Dracón; que limitó el poder judicial a
los nobles, Solón; que dio
ciudadanía a las clases bajas, Clisteres;
que derrocó a la aristocracia del tirano Hipias materializando la democracia; y
la edad de oro de Pericles, no han
tenido su efecto en Bolivia.
No es admisible que no sirva de nada los esfuerzos
de la democracia romana, con la expulsión del tirano Lucio Tarquino el Soberbio y el advenimiento de Pretores y Cónsules. De los Tribunos de la Plebe, especialmente los
hermanos Tiberio y Cayo Sempronio Graco.
Con la caída de
de la República Romana cayó la democracia en la antigüedad y significo la
debacle. Los “gobiernos” que se sucedieron en todo el mundo fueron regímenes despóticos.
La humanidad se hundió en una etapa de bestial oscurantismo económico,
político, social cultural y religioso. La
ausencia de la democracia fue notoria.
Tiranos autocráticos
brutales y corruptos, se sucedieron durante toda la Edad Media, el Renacimiento
y casi todo el Siglo de las Luces; aunque existieron atisbos democráticos, en
algunos municipios europeos. Fue verdaderamente un período negro para la
humanidad, que duro 1676 años. Desde el 27 a.C., con la caída de la
República Romana, hasta la Guerra Civil inglesa de Sir Oliver Cromwell; que culminó en 1649, con la ejecución de a
Carlos I.
Tenemos que
valorar todos estos esfuerzos pasados,
nada de lo que tenemos es gratis. Luego
vino el
segundo capítulo de la historia de la democracia, la democracia representativa. Ella apareció con las
revoluciones: inglesa (citada líneas arriba), norteamericana y francesa. Siendo
esta última la que más la difundió, por sus características de
“espectacularidad”. El ejemplo de estas revoluciones, cundió por todo el mundo
de la época y dio ejemplo para las democracias del viejo y nuevo mundo. Las nacientes Repúblicas Americanas adoptaron la democracia desde el inicio y la incorporaron es sus constituciones. Lógicamente que más por el impulso de los filósofos fundadores que por el conocimiento popular. Falencia que persiste hasta el presente, principalmente en los países donde no tuvieron filósofos y sí, caudillos militares.
De entonces a la fecha ha tenido luces y sombras.
Siempre, por desgracia, la mentalidad tiránica de alguno de los nuestro, choca
con la voluntad popular. Es un frente de la luchas entre las tinieblas y la
luz. Los ejemplos más recientes son el Plan
Cóndor de los años setenta y el actual Plan Evo, verdadera democracia de bullying (universia.es)
político, una “democracia abusiva”
y atropelladora.
Pero el epítome de la democracia moderna se dio el 11 de septiembre de
2001 en Lima-Perú, en la XXVIII Asamblea de la Organización de los Estados Americanos,
con la aprobación de la Carta Democrática
Interamericana (<- ver link), el documento más importante de la democracia
en el mundo. Evento que paso casi desapercibido, por el ataque terrorista
en New York, contra las torres gemelas.La carta define con claridad meridiana lo que es la democracia. Atrás quedaron las entelequias de izquierdas y derechas, la democracia quedo explícitamente definida. En su artículo tercero expresa:
“Son elementos esenciales de la
democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las
libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y
basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del
pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas;
y la separación e independencia de los
poderes públicos”.
No hay por donde perderse.
He querido hacer un breve relato de la historias
de la democracia, para que tomemos conciencia de lo que ella significó para la
historia humana. Fueron miles de años, de vidas, de sueños, de heroísmo, de
victorias y de derrotas.
Pido al pueblo
boliviano no desmayar y seguir luchando por
la democracia y los derechos humanos. Defendamos
lo que ha costado tanto a nuestros antepasados y traerá felicidad a nuestros
nietos.
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos (<- ver link) promulgada
en 1948, expresa en su preámbulo:
“considerando esencial que los derechos humanos
sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea
compelido al supremo
recurso de la rebelión contra la tiranía y
la opresión”.
La
Democracia subyace en el corazón del hombre, es
parte de la libertad, no pudo ser apagada en la humanidad, a pesar de los
esfuerzos de los déspotas y tiranos coyunturales.
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