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miércoles, 20 de agosto de 2008

Encuentro por Santa Cruz, dos años después


Esta importantísima página de la historia cruceña no podía quedar sin ser escrita.

Fue necesario dejar pasar algunos años antes de escribirla, para que se sedimentaran las ideas y los sentimientos que despertó en nosotros, y fuera en su narración lo más objetiva posible

Es importante también escribirla en estos tiempos de incertidumbre, de polarización y de desencuentro nacional, en los que cualquier esfuerzo de concertación parece imposible.

El encuentro por Santa Cruz ha sido el mayor esfuerzo exitoso de concertación política realizado en Santa Cruz y en Bolivia. El simple hecho de juntar en torno a una mesa de discusión, por varios meses, a sectores tan diferentes de nuestra sociedad, es en sí misma ya una victoria de la ‘democracia cruceña’, máxime si se toma en cuenta que varios de estos sectores son antagónicos por naturaleza y, en algunos casos, enemigos históricos.

El encuentro logró reunir a cívicos, políticos de izquierda y de derecha, empresarios, instituciones laborales, productivas, exportadoras, medioambientalitas, docentes y estudiantes universitarios, colegios de profesionales, asociaciones de género, asociación de la prensa, organizaciones campesinas, pequeña y mediana industria, migrantes y otros grupos, además de una gran cantidad de ciudadanos que asistieron a título personal, aprovechando que era un acontecimiento abierto a todo el público.

Fue gratificante asistir a ese fantástico esfuerzo de concertación regional de los lunes por la noche en FEGASACRUZ. Era muy motivante para todos escuchar ponencias y discursos encendidos, exposiciones magistrales y muchas veces también, como es natural, fuertes polémicas ideológicas y políticas, siempre dentro de un marco de respeto mutuo y de derecho al disenso.

El encuentro por Santa Cruz demostró que, en esta tierra que lleva por nombre la Cruz de Cristo, sí es posible que los cruceños nos pongamos de acuerdo. Sí es posible concertar. Mostró que es posible idealizar, entre todos, las bases políticas, económicas y sociales de una nueva República. Para “Refundar” Bolivia. Sí, es posible soñar con una República incluyente y exitosa, digna del siglo XXI, que sustituya la fracasada de los siglos XIX y XX.

El documento principal de este encuentro, conocido como El manifiesto de la institucionalidad cruceña, presentado en nuestra plaza principal el 1 de octubre de 2003, días antes de la caída de Gonzalo Sánchez de Losada, tiene que servir de base a la Comisión Preconstituyente como ponencia regional para la futura Asamblea Constituyente. ¡Si es que está permitido concertar en Bolivia!

Este encuentro demostró que la lucha de clases puede ser transformada, en estos llanos de Grigotá, en una ‘concertación de clases’. Los dogmas del pasado deben quedar en el pasado. Necesitamos otra visión de futuro. Una visión nueva en el siglo XXI. No necesitamos que renazca la Guerra Fría, necesitamos “concertar en paz”. ¡Hagamos este último intento!

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Publicado en:

-El periódico El Deber de Santa Cruz, Columna Los Colaboradores. 24 de Enero de 2006.http://www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=AME&pagina=http://www.eldeber.com.bo

- Publicado en el periódico El País de Tarija, columna opinión. El 27 de enero de 2006.http://www.elpaisonline.com/


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Se muestra a continuación el documento mencionado…


Institucionalidad Cruceña consensúa
una nueva Bolivia


Las instituciones cruceñas, ante la grave situación por la que atraviesa la Republica, nos hemos reunido para analizar diferentes puntos de vista sobre la realidad nacional, y fruto de este análisis exponemos lo siguiente:

En verdad, de la vieja Bolivia poco tenemos que conservar, son 178 años de desencantos, aspiraciones frustradas e ilusiones perdidas.

En lo político, siempre fueron comunes problemas como: la inestabilidad, la corrupción, el centralismo, la ineptitud en el manejo del Estado, la mentira, la partidocracia, el nepotismo y la prebenda, la petulancia de nuestra clase política, la miopía, entre otros.

En lo económico fueron comunes: crisis como la actual, la falta de planificación, la falta de identidad propia de nuestras políticas económicas, la mala distribución de los recursos concentrado la riqueza entre pocos, la miseria crónica, la falta de infraestructura caminera, la falta de reglas estables, y otros.

En lo social: el elevado analfabetismo y la mala calidad educativa, el abultado déficit habitacional, la inseguridad ciudadana, la alta tasa de mortalidad infantil, la falta de seguridad jurídica, los altos índices de desnutrición, la baja esperanza de vida y otros.

Todo pueblo siempre tiene la oportunidad para reencausar su historia. Para los bolivianos ha llegado ese momento histórico, que nos obliga a asumir con valentía, desprendimiento y responsabilidad una actitud patriótica, que no solamente preserve la unidad de la República, sino que brinde en el marco de esa unidad las garantías de un mejor futuro.

Al igual que nosotros, nuestros antepasados vivieron de la esperanza de ese futuro mejor ¡que nunca llegó! y que no llegará sino afrontamos hoy nuestra realidad.¡No podemos dejar a nuestros hijos la amargura de nuestros fracasos y desencantos!.

No podemos ignorar la realidad de una patria para todos, ¡que quiso ser y que nunca fue!.

No basta lamentar los hechos de nuestra historia republicana y cantar los himnos de gloria a nuestros héroes y mártires, ni ufanarnos de la exuberancia de nuestra tierra.

Ante este panorama desalentador, que tiene como corolario el fracaso del esfuerzo para encontrar la unidad, propiciado por la Iglesia, en el “Reencuentro Entre Bolivianos”, surge la coyuntura para que, despojándonos de temores y conformismos nocivos, nos sentemos frente a frente y tomemos una decisión histórica respecto a nuestro destino.

Esta decisión no puede ser otra que la refundación del país. Tenemos que crear una “nueva Republica” con otras bases económicas, políticas y sociales, en busca “del excelso sueño de un mundo mejor”, al que todos tenemos derecho.

Queremos manifestar, por otro lado, nuestra confianza en el hombre boliviano. Somos un país de gente trabajadora, productiva, creativa, competitiva, con deseos de triunfar.

Miles de bolivianos encontraron en otras latitudes, el éxito y el progreso que su patria de origen les negó. Esta es la prueba concluyente de que no es la gente la que falla, sino un país mal concebido y peor aun administrado, desde el principio de nuestra historia. Los bolivianos debemos tener el derecho de progresar en nuestra propia tierra y no tener que salir a países extraños para lograrlo.

Por tal motivo, los que firmamos al pie de este documento, con profunda fe patriótica, ofrecemos nuestros principios para que sirva de guía en la reconstrucción del país y nos manifestamos a toda la Republica:

1.- Creemos en el sistema de gobierno democrático donde, por intermedio de una “democracia participativa” muy lejana a la que tenemos actualmente, se busquen los consensos necesarios para guiar la vida de la República.

2.- Creemos en las Autonomías Regionales, para poder ser “forjadores” de nuestro propio destino, base fundamental de un Estado moderno, que sea mas eficiente y más trasparente, coincidiendo de esta manera, con el pensamiento expresado por el movi-miento cívico nacional el 24 de Mayo de 2003

3.- Creemos en un sistema de “Economía no Dogmática”, donde coexista la empresa pública, privada, social y mixta.

4.- Creemos en los valores universales: de libertad, igualdad y fraternidad, como base de la felicidad a la que todos tenemos derecho, que es la función ultima de todo Estado.

5.- Creemos en el respeto irrestricto a los derechos humanos, la vigencia plena de un Estado de Derecho y a la seguridad jurídica, como la única forma de convivencia civilizada, en el que un salario justo y digno, debe ser el principio fundamental de las relaciones laborales.
“La justicia social debe ser una aspiración de todas las sociedades modernas”.

6.- Declaramos la salud y la educación, como los pilares primordiales en los que se funda el progreso de toda Republica.

7.- Creemos en el respeto a nuestros recursos naturales y el medio ambiente, su uso sostenible y su defensa intransigente, para beneficio de los bolivianos. Tolerancia cero para sus depredadores.
8.- Creemos en una sociedad basada en el trabajo, como única forma de alcanzar el bienestar económico y social.

Estamos convencidos que la producción agropecuaria y forestal, tiene que ser la “base” de nuestro sistema productivo. Reconocemos la necesidad de apoyarla con instituciones, infraestructura productiva y técnica, para que pueda ser competitiva en un mundo globalizado. La Estrategia de Desarrollo Nacional, tiene que estar formulada en este sentido.

9.- Creemos en una relación digna, de respeto mutuo con los países del mundo. Con los organismos internacionales, esta relación debe estar basada en la justicia y en el respeto a nuestra soberanía. No al neocolonialismo.

10.- Creemos en la ética y la moral, como los valores supremos de la sociedad. Como parte de esta sociedad, el cuerpo político de nuestro medio está llamado a dar el ejemplo.

11.- Creemos que la lucha contra la corrupción tiene que ser una política de Estado, en la que se comprometa a todos los ciudadanos y a todas las instituciones que conforman el tejido social del País .

12.- Creemos en la lucha frontal contra el narcotráfico y la “coca cero” en el Departamento de Santa Cruz.

13.- Creemos en la necesidad de enfrentar con firmeza la delincuencia y sus causas, para brindar la seguridad ciudadana que reclama el pueblo.

14.- Somos orgullosos de ser una Nación Mestiza. Nuestra fuerza deriva del vigor del viejo y el nuevo mundo. Somos orgullosos de que por nuestras venas corra sangre nativa como también de otras latitudes. Con todos ellos, el hombre de los llanos comparte un mismo deseo de superación y progreso.

15.- Somos orgullosos de nuestra forma de ser, del sentido de pertenencia al suelo que nos acoge y donde valores como: franqueza, lealtad y hospitalidad, son actitudes que nos caracterizan.

Reconocemos los valores cristianos como parte de nuestra cultura e identidad. Respetamos todas las creencias, que busquen la superación espiritual del hombre; importante complemento a una visión puramente material de la vida.

Por lo expuesto estamos seguros que solo existen dos caminos:

i.– Ponernos definitivamente de acuerdo, para sentar las bases de la refundación de un país verdadero, multiétnico, pluricultural, para que todos nos sintamos parte, o...

ii.– Que cada región tome su propio camino.

Llamamos todos los bolivianos a unirse a este llamado histórico.

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Una historia necesaria.- Debo decir aquí, sin falsa modestia, que tuve la suerte; en mi calidad de Gerente General de La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FEGASACRUZ), de ser uno de los principales ideólogos de este encuentro, conjuntamente con el Dr. Jerjes Justiniano (del Partido Socialista), el Sr. Edwin Fernández (Ejecutivo de la Federación de Fabriles) y el Sr. Gabriel Helbing (Ejecutivo de la Central Obrera Departamental). Así mismo fui el secretario del evento, y un importante redactor de este manifiesto a la nación.

El apoyo y la participación del Presidente de FEGASACRUZ, el ing. Tonin Franco y su directorio, fue vital en el éxito del evento.

Muchos de mis pensamientos políticos fueron recogidos literalmente en este documento, en especial de mis artículos: “Es Bolivia un país viable”; publicado en el periódico El Deber el 10 de enero de 2001 y en “Bolivia un país que necesita ser refundado”; publicado en el periódico El Deber el 14 de marzo de 2001.

Este documento fue donado al museo de la UAGRM, en la persona de su Directora la Lic. Paula Peña, en acto público realizado en las instalaciones de FEGASACRUZ, el día miércoles 14 de Febrero de 2007.

La verdad es que ameritaría hacer un libro exclusivo sobre este tema, dada su gran trascendencia política e histórica. Y también por que existe todavía mucha tela que corta sobre el. Las exposiciones sectoriales y otros documentos que se trabajaron en su interior, continúan ignorados por el público en general. Todo mi apoyo para quien se anime a hacerlo, así como también la información y documentos que poseo al respecto.

Cuando la “cholocracia” totalitaria actual de paso a la verdadera democracia, este será un documento obligado de consulta para político y estudiosos en general, que busquen la historia de la política civilizada y moderna de esta atribulada Nación.

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