El peligro de ser gobernante

Hoy más que nunca es de vital importancia, que los nuevos gobernantes de nuestro País, tomen conciencia de la tremenda responsabilidad que implica tener en sus manos “los destinos de el pueblo”. Se debe entender con “claridad” que sus aciertos y errores Beneficiaran o Perjudicaran a siete millones de ciudadanos, y este Beneficio o Perjuicio multiplicado recaerá también sobre las espaldas de los gobernantes. Por este motivo ustedes que juraron por Dios ejercer a cabalidad sus cargos, deben conocer lo que dice el libro de Dios específicamente sobre la difícil misión a ustedes encomendada, para que su juramento sea consciente y verdadero.

A continuación transcribo de la Biblia el capitulo 6 del libro de las sabiduría, titulado “Sabiduría a los Gobernantes”.

Escuchad, pues reyes, y entended; aprended los que regís los confine de la tierra.

Prestad oídos los dominadores de muchedumbres; los que os ingerís de las multitudes de vuestras gentes.

Porque Dios os a dado el poder y el Altísimo la sabiduría, el juzgara vuestras obras y escudriñara vuestros designios.

Porque, ministros del reino, no juzgasteis rectamente, ni guardasteis la ley, ni caminasteis según la voluntad de Dios.

Terrible y repentino caerá sobre vosotros, / porque se intuye severo castigo para el poderoso.

El pequeño merece misericordia, pero los poderosos serán poderosamente atormentados.

Que el todo poderoso no se asusta de nadie, ni se inclina ante los grandes, porque El hizo al pequeño y al grande, y de todos tienen igual cuidado más a los potentes le aguarda estrecho examen.

A vosotros, pues, soberanos, van mis palabras, para que aprendáis, / sabiduría y no caigáis.

Porque los que guardan santamente las cosas santas serán santificados; y quien en ellas fuera instruida alcanzara justificación.

Sed habidos, pues de mis palabras; anheladas y seréis instruidos.

Radiante e inmarcesible es la sabiduría y fácilmente se deja ver con por los que la aman y es hallada por los que la buscan.

Se adelanta a manifestarse al los que la anhelan.

Quien madruga en su busca no se fatigara, por que la encontrara sentada a su puerta.

Por que pensar en ella es perfecta sabiduría y el que se desvela por ella presto estará sin congoja.

Pues va en derredor buscando a los que le son dignos de ella y por las sendas se les aparece benigna, saliendo al encuentro de sus pensamientos.

Por que su principio es el sincerísimo anhelo de la instrucción. Querer instruirse es amarla.

Y el amor es la observancia de las leyes, y guardar las leyes asegura la incorrupción.

Y la incorrupción nos acerca a Dios.

Luego el deseo de la sabiduría nos eleva al reino.

Si, pues, os complacéis en los tronos y cetros reyes de los pueblos, honrad la sabiduría para que reinéis eternamente.

Resumen:

· Dios te dio el poder
· El juzgara vuestras obras
· Severo juicio aguarda al poderoso
· El pequeño merece misericordia
· Aprendan sabiduría para no caer
· Quien guarda la sabiduría reinara eternamente
· Es cosa muy seria ser gobernante

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Publicado en:

El periódico El Deber de Santa Cruz, pagina A 2. 15 de agosto de 1997.