Columna virtual: Comentando la noticia
Vivo en un pueblo que sigue
luchando por su libertad
()
Noticia: Policías propinan
brutal paliza a enfermera Boyán (El Diario 11-05-12).-
Acusada de haber lanzado la piedra que impactó en la cabeza del viceministro de
Régimen Interior, Jorge Pérez, la enfermera Leonor Boyán, fue víctima de una
brutal golpiza en manos de los policías (…) al punto que ahora se encuentra en terapia
intensiva en la Clínica del Tórax.
() Comentario: El 19 de mayo de 2011 escribí una columna
titulada Necesitamos
una nueva policía (<-ver link). Hoy, a casi un año de esa fecha, reitero la necesidad de tener una nueva policía.
¿Cómo es
posible que cosas aberrantes como estas pasen en la policía boliviana? ¿Cómo es
posible que sus abusos lleguen a ser el titular principal del periódico decano
de la prensa nacional?
El Viceministro Jorge Pérez confirma que ella no es su agresora (eju.tv
12-05-12 <-ver
link) ¿encima, atacaron a una
inocente?
“No tuvieron compasión
de mí” dijo Boyán. Estas son terribles palabras que lastiman la
sensibilidad humana.
Esta
institución no tiene un mínimo de humanidad con el pueblo que lo sustenta y al
que teóricamente sirve, ni siquiera con las mujeres. Se cree todo poderosa y
por encima de la constitución y los derechos humanos. Su histórica impunidad de
abusos es proverbial. Este caso también quedará en nada, se los aseguro.
En este
atropello público debiera intervenir el propio Presidente Morales. El es la máxima autoridad constitucional de la policía. No le puede hacer lance a la
jeringa, so pena de ser corresponsable.
El articulo252 reza: Las Fuerzas de la
Policía Boliviana dependen de la Presidenta o del Presidente del
Estado por intermedio de la Ministra o Ministro de Gobierno.
Es cada día más claro que la policía que
tenemos no está a la altura de las necesidades de una sociedad y de un país civilizado. Los elementos rescatables de ella son golondrinas que
no pueden hacer verano, la cultura
institucional esta maleada.
Los escándalos en que se ha visto envuelta
en el último tiempo, nos muestran su “calidad” descarnadamente. Repasemos
algunos titulares de los medios:
- Morales
enumeró las prácticas de corrupción en la Policía (Pagina
Siete 19-05-11)- Violenta represión policial a marcha indígena (El Deber 26-09-11)
- Cae Farfán,
civiles administrarán las recaudaciones
policiales (La
Razón 22-11-11)
- DEFENSOR:
Policía viola más los derechos humanos
(Cambio
10-12-11)Esta última noticia ya es la tuti. Los policías están corrompidos desde sus propias raíces. Entran a la academia coimeando a sus superiores. Nacen a la vida institucional con un pecado mortal, la corrupción, la trampa.
¿Cómo estos cadetes
pueden ser después policías honestos?
¿Es
tan apetecible ser policía como para pagar elevadas cantidades de dólares? ¿Es
una inversión? ¿Es mejor que ser médico o ingeniero? ¿Es “rentable” ser policía? Disculpen por la ingenuidad.
Y
para acabarla de amolar denuncian a los asambleístas del Movimiento Al
Socialismo Lucio Marca, Edwin Tupa, Isaac Ávalos y Fidel Surco, varios de ellos
ya cuestionados anteriormente por los medios. Para ellos no alcanza la
justicia, ellos son hombres de la revolución.
Otro
rasgo destacado de la policía del “proceso de cambio” es su excesiva
proximidad, por decir lo menos, con el gobierno. No son ya una policía al servicio del Estado
y de la sociedad, son una policía al servicio del gobierno. Por eso
se molestaron tanto con la enfermera Boyán, atacó a uno de sus jefazos y esto
no se puede perdonar.
La
reciente inacción frente al conflicto de
los transportistas con el Alcalde Luis
Revilla, en La Paz, los desenmascaró totalmente, sin que ni siquiera se
despeine con la lluvia de críticas de los medios. Incluso con las
recriminaciones directas de los cobistas frente a frente en la calles.
Y lo peor de todo es que nos estamos acostumbrando a estos
abusos y a estas irregularidades. Los estamos tolerando con nuestra
indiferencia y de alguna manera también somos corresponsables de esta anómala
situación.
Pero no tenemos que perder la esperanza, sigamos luchando. Esa es la vida,
luchar y luchar. Sigamos exigiendo nuestros derechos constitucionales, el
respeto a las libertades fundamentales y a nuestra dignidad humana. Si nosotros
no lo hacemos, nadie lo hará por nosotros, esa es la triste realidad del Estado
Plurinacional del “hermano Evo.
La policía es una institución vital en cualquier país.
Es la última barrera de la sociedad
civilizada. Necesitamos una nueva policía, con gente buena, de buena alma, que
pueda cumplir sus rol constitucional. Aunque sea de la constitución de la
Calancha. Está, en su Artículo 251. I expresa:
“La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene
la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del
orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano”.
NO NOS
ACOSTUMBREMOS A SER DEL TERCER MUNDO, porque una policía así, es del tercer mundo.
Revelémonos en democracia, exijamos que las instituciones del estado cumplan el
objeto para el que fueron creadas, caso contrario sean reestructuradas o
intervenidas, para volverla por los fueros de la legalidad y del servicio
público.
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