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martes, 19 de agosto de 2008

¿Es la Educación, la más alta función del estado? (Entre la retórica y la praxis)

La lectura de nuestra ley fundamental, la Constitución Política del Estado, fue la motivación de este artículo. Es interesante ver las sabias declaraciones de principios que en ella existen, como por ejemplo la relativa a la educación:

El artículo No 177 reza... “La educación es la más alta función del estado, y, en ejercicio de su función, deberá fomentar la cultura del pueblo”. Cabe resaltar que este es un anhelo constitucional que se remonta a la constitución de 1938.

Me pregunto... ¿El Estado Boliviano cumple este importante precepto Constitucional?

Para responder a esta pregunta, solo basta visitar las escuelas de la periferia de cualquier cuidad boliviana y peor aun las del medio rural, para encontrarnos con edificaciones de mala muerte, sin material pedagógico o peor aun escuelas cuyo techo es “el cielo más puro de América”. Solo basta ver también los salarios de hambre que ganan los maestros, que los hace estar en conflicto permanente con el gobierno de turno. Todo ello redunda, como es obvio, en una mala calidad educativa.

Como se puede ver claramente... ¡NO es la educación la más alta función del estado! Son 63 años de anhelo Constitucional insatisfecho.

Es increíble ver el sacrificio que hacen muchas veces nuestros niños para asistir a las escuelas: caminar largas distancias, soportar estoicos los rigores de la naturaleza, asistir a clases con sus estómagos vacíos. Ellos y sus padres, SI comprenden la importancia de la educación y nada los detiene en su busca.

La Constitución Política del Estado, es como vemos en mucho de sus artículos, una “asignatura pendiente”.

En Bolivia deberíamos realizar inversiones altamente significativas en la educación, tal como lo hacen los países del primer mundo, para que verdaderamente esta sea “la más alta función del estado”. Caso contrario este precepto constitucional; concebido con gran sabiduría, continuara siendo como fue hasta ahora, un saludo a la Bandera que seguirá sirviendo de pretextos a la demagogia política tradicional.

Obviamente Bolivia es un país pobre y la educación es cara. Pero es “mucho más cara la ignorancia”.

Es una necesidad histórica insoslayable corregir el desfase educacional que existe en nuestro país respecto al primer mundo. Corregir este desequilibrio, significara indefectiblemente en un mediano y largo plazo, disminuir la brecha que nos separa de los países de vanguardia. Será también la única manera cierta de salir del subdesarrollo. No debemos olvidar que la educación es la base de la arquitectura social.

Dejemos la retórica y comencemos a invertir en nuestro recurso más importante, “el recurso humano”; principio y fin de la Democracia.

En todo este proceso se debe dignificar la figura del maestro: capacitándolo, actualizándolo y sobre todo... pagándole un salario digno (aspecto que garantizara que tengamos a los más idóneos); para que de esta manera vuelva a ser lo que fueron en tiempos de nuestros abuelos... “figuras importantes de la comunidad, en cuyas manos esta literalmente el futuro de la patria”.

Los países más avanzados del mundo, como por ejemplo Japón, no basan su desarrollo en la explotación de sus recursos naturales, como por desgracia lo hacemos nosotros. Basan su desarrollo en “la capacitación de sus recursos humanos”. Son países de valor agregado; y es una realidad del mundo presente que... cada día valen mas el valor agregado y menos las materias primas.

Continuando con el Japón, país paradigma en el presente, diremos que allí la educación ha llegado a tal nivel, que ya no se toma como indicador el porcentaje de analfabetismo (por que no tienen ninguno), sino el porcentaje de población con grado universitario. Todo esto lo ha llevado al lugar de innegable vanguardia que hoy goza; pese a ser un país pequeño (es aproximadamente de tamaño de Santa Cruz) y sin recursos naturales.

El Japón tiene los siguientes parámetros socioeconómicos que lo dicen todo: renta per cápita 22.000 $us/año, esperanza de vida 77 años, alfabetización 100 %, porcentaje de población con título universitario 50 %. Es casi como medir 90 - 60 - 90.

“Las regalías” que genere la explotación de los recursos no renovables, deberían por ley ser invertida en un alto porcentaje en educación, ya que la única forma de “trasformar los recursos no renovables en recursos renovables, es invertirlos en educación”. Esto garantizara que a ninguna región más de la patria le vuelva a suceder lo que le sucedió al hermano departamento de Potosí. Que después de haber mantenido con su Cerro Rico a Bolivia y a una buena parte de Europa, hoy solo le quedan socavones de miseria; una triste realidad de un Departamento que como ninguno, lo dio tanto a cambio de nada. “Sembrar los recursos no renovables es una garantía de futuro”.

Santa Cruz debe tomar muy en cuenta este ejemplo, e invertir las regalías provenientes de nuestro gas en educación. Esto garantizara que una vez agotado el gas (igual que se agoto la plata en Potosí), quedaran cerebros ilustrados que nos sigan dando regalías; garantizara también “que el gas no se vuelva gas”.

Siempre me pregunte, ¿por qué los políticos no llevan a la práctica su discurso sobre la importancia de la educación? Hoy creo que ello se debe a la mentalidad corto plazista que tiene la gran mayoría de ellos, lo cual no les permite trabajar el mediano y el largo plazo. Ellos prefieren inaugurar mañana mismo una avenida o una carretera, lo cual es rápido y tangible (y donde hay también turriles) y no trabajar en la educación; que es un proceso lento e intangible. Verdaderamente les hace falta grandeza de espíritu para trabajar en este tipo de proyectos, que no le redituara beneficios evidentes en el corto plazo, aunque ellos sean de importancia vital para la Patria.

Otro aspecto que tiene que ser destacado de la educación, es el hecho de ser ella la mejor forma de salir de la pobreza. Muestran las estadísticas que mientras mayor grado de educación tiene una persona, más se incrementan sus posibilidades de su bienestar económico y social. Esto mismo sucede también a nivel de país, donde existe una directa correlación entre educación y bienestar social.

Vienen aquí a mi mente dos pensamientos del Presidente de Costa Rica (la Suiza Centroamericana) José María Figuerez, que vi en una entrevista en CNN; el 6 de Julio de 1998:
“La educación es la única forma de que los pobres sean protagonistas de su propio desarrollo”.

“Es una vergüenza que exista ejército en un país donde los niños se mueren de hambre”.

La política educativa boliviana más que una política de gobierno, debería ser una política de estado, sujeta a una amplia concertación nacional “como nunca la hemos tenido”.

La verdadera pobreza de un país, no la pobreza material, sino la “pobreza intelectual”.

Quiero terminar este artículo citando dos pensamientos clásicos, uno de la cultura Oriental y otro de la cultura Occidental, que dicen lo siguiente:

1.- Si quieres cosechar una vez siembra una planta, si quieres cosechar varias veces siembra un árbol, si quieres cosechar toda la vida educa al pueblo.
(Proverbio chino)

2.- Invertir en conocimiento rinde siempre los mejores dividendos.
(Benjamín Franklin)

Dos formas de pensamiento convergentes, que nos indican un mismo camino, “el cultivo del intelecto Humano”, como máxima expresión de su cultura. Indiscutible camino al progreso personal y nacional.

Santa Cruz, 7 de Febrero de 2.001 (fecha en que se escribió).
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Publicado en:

- El periódico El Mundo de Santa Cruz, algunos meses después de la fecha en que fue escrito. Desgraciadamente no he podido verificar la fecha exacta.

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