A medida que me pongo
viejo, le hago más caso a mi corazón que a mi cabeza. Estoy seguro, que los
sentimientos son mucho más poderosos que los pensamientos.
Siento; y estoy seguro de
ello, que Santa Cruz nunca caerá en manos del comunismo. Esta es una Tierra Santa,
que fue fundada en nombre Del Padre Del Hijo y Del Espíritu Santo, y lleva por
nombre La Cruz de Cristo, ¿acaso una ciudad puede ser más santa? Y como si
fuera poco, tenemos como nuestra abogada y defensora; declarada en el acta de
fundación de nuestra ciudad, a la Virgen de las Mercedes.
El pasado fin de semana, un
curita franciscano de casi 90 años, llamado Pascual Barrio, un santo varón
Párroco de una pequeña ciudad del Beni adentro llamada El Carmen, que está en
terapia intensiva en un Hospital Católico, le dijo a mi esposa:
“Santa Cruz nunca caerá en manos del comunismo, María lo tiene abrazado fuertemente contra su corazón, aunque muchos de ellos se han zafado de su regazo, hay que insistir para que ellos vuelvan. El proceso no será fácil, habrá mucho sufrimiento, se derramará sangre, pero finalmente Ella vencerá”.
Lo mismo sentí en mi corazón, antes de que el padrecito se lo dijera a Cecilia.
La lucha espiritual; como lo fue el 2019, será vital para esta guerra que estamos desarrollando contra el maligno. No perdamos la fe, ella mueve montañas.
No tengamos
miedo
“No temas, porque yo estoy
contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente
te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia”
Isaías 41:10.
Jimmy Ortiz
Saucedo.
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