El Diario de La paz, decano de la prensa boliviana
eldiario.net
6 de noviembre de 2011
Sociedad
Ciudadanía teme denunciar delitos por ineficiencia policial
• Una de las nuevas lacras que afecta a la población es una nueva modalidad denominada “Secuestro express”.
La inseguridad ciudadana se acrecienta en el país, especialmente en ciudades del eje central como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, donde la mayoría de la población afectada por esta lacra teme denunciar delitos por ineficiencia policial y también porque teme represalias de parte de grupos delincuenciales.
Durante las últimas semanas, la Policía detuvo a súbditos extranjeros de Colombia, Perú y Brasil. A ello se suma la preocupación de la población sobre el accionar en Bolivia de cárteles de la droga procedentes de México, Brasil y Colombia.
Hace algunos días la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), detuvo a varios antisociales de “cuello blanco”, entre ellos brasileños, que se dedicaban a extraer dinero de bancos de forma irregular.
De un tiempo a esta parte, los delitos no se producían con la frecuencia en que se suceden hoy en día tanto en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto, donde ocurren muertes que no son investigadas mientras la actividad delincuencial crece y la Policía adopta una actitud pasiva, frente a este tipo de accionar, que es típico de los cárteles de la droga.
En los últimos meses, uno de los delitos en que incursionaron las bandas delincuenciales es una nueva modalidad que se ha venido a denominar “Secuestro express”, que consiste en la detención ilegal de la víctima por parte de sicarios delincuentes al servicio de mafias, permaneciendo tan sólo unas horas en manos de sus captores.
Estos hechos se producen sobre todo en lugares donde la actividad económica es alta, como en la zona sur de La Paz y también Santa Cruz de la Sierra. Las víctimas generalmente son personas pertenecientes a familias acaudaladas, empresarios y hombres de negocios que son abordados a plena luz del día, siendo sometidos a una gran presión psicológica, maltratados incluso en su integridad física.
Estas bandas generalmente están compuestas de dos o tres individuos, incluido un vehículo, por lo que cuando abordan a una persona la retienen inclusive hasta por 48 horas, logrando sacar dinero de los cajeros automáticos mediante el uso de tarjetas de crédito.
De acuerdo a investigaciones policiales, su “modus operandi” se inicia cuando los asaltantes se acercan a la víctima, cuando ésta se dirige a recoger su vehículo, lo amenazan con un arma de fuego y le roban las tarjetas de crédito, junto a talonarios de cheques.
Incluso los antisociales obligan a su víctima a ir al cajero automático y sacar dinero, después le cubren la cabeza y lo abandonan en un parque o una avenida desconocida. En otros casos, una vez que tienen la documentación de la víctima, se comunican con su familia, a la que le exigen el pago del rescate en pocas horas o un máximo de dos días.
ANALISTA
Para el analista Jimmy Ortiz los “secuestros express” aumentan cada vez, debido a que la Policía no está trabajando en este tema, siendo este accionar como parte de las mafias del narcotráfico.
“En Bolivia nunca tuvimos este tipo de casos, pero lamentablemente estos últimos años cada vez van incrementándose los secuestros express y otros delitos, que son parte de las mafias del narcotráfico, que de alguna manera es parte del negocio ilícito. La Policía no está trabajando exclusivamente para estos temas de seguridad ciudadana, pues el Gobierno le está dando a la institución del orden otro uso”, dijo.
El analista mencionó también que la Policía no tiene los sueldos necesarios ni la capacitación necesaria y que por esa situación es que no está preparada para este tipo de cosas. “El narcotráfico y la delincuencia son la misma cara de nuestro país, y donde el Gobierno nacional no tiene una verdadera política para combatirlos”, señaló.
Por otra parte, mencionó que el Gobierno debe disponer de recursos a las gobernaciones departamentales para una lucha eficaz contra la delincuencia e inseguridad ciudadana ya que la delincuencia está cada día más violenta y avezada.
Asimismo, calificó la “cumbre de seguridad ciudadana”, como un show político, por no existir una verdadera política que esperaba la población. “Lo que debemos hacer es tomar la seguridad ciudadana como una política de Estado, donde debe existir una concertación nacional y realizar los planes regionales de seguridad”, precisó.
ORÍGENES DEL “SECUESTRO EXPRESS”
Esta práctica tiene sus orígenes en América Latina, sobre todo en países como Colombia, Venezuela, México o Argentina. El aspecto que más ha incidido para que esta modalidad delictiva cobrara relevancia y proliferara es la emisión masiva de tarjetas de crédito, ya que al no poder robar dinero al instante, los delincuentes optan por retener a sus víctimas algunas horas, hasta convencerlas mediante la fuerza y el amedrentamiento para sacar el dinero del cajero directamente, a fin de lograr su liberación.
Una de las medidas más aconsejables es la de no llevar consigo en lo posible tarjeta de crédito, solamente se la debe manejar para hacer alguna transacción importante, y tener sólo el dinero necesario para realizar algunas actividades económicas que son de urgencia.
El pasado 13 de agosto, la Policía Boliviana desarticuló a una peligrosa organización que perpetraba “secuestros express” en la ciudad de La Paz. La banda fue mostrada a los medios de comunicación. Estaba integrada por un clan familiar y un avezado antisocial.
Oficiales del Centro Especial de Investigaciones Policiales (CEIP) detuvieron a los integrantes de esta organización, logrando recuperar 5.700 bolivianos y 2.000 dólares.
La organización con frondoso prontuario delictivo estaba integrada por ex convictos Henry Nicolás Fernández Poma (El Pelusa-cabecilla), Juan Mamani Quispe (El Pirata), Daniel Mamani (El Danny), Luis Mamani (El Diablo), y Raúl Mamani (El Etcheverry).
Después de la denuncia de una de las víctimas, la Policía activó el plan “Z” y al personal del CEIP en un patrullaje por la zona de Miraflores en el que sorprendió en uno de los vehículos a los antisociales.
Encontraron en posesión de éstos el arete de la víctima, incluso una papaya (fruta) que llevaba al momento de que era presionada para que proporcione su PIN para sustraer dinero de un cajero automático.
A pesar de que negaron su participación en los hechos delictivos, la Policía encontró las evidencias y los instrumentos del delito; armas blancas, tarjetas de crédito, llaves, herramientas, celulares, billeteras de las víctimas y otros.
De acuerdo al modus operandi, los delincuentes a bordo de los taxis merodeaban los predios de entidades financieras, en especial, cajeros automáticos, para perpetrar los “secuestros express.
Un vehículo con uno de los delincuentes al volante aparentaba ser un taxi para que cualquier persona contrate los servicios.
Inmediatamente después iban los delincuentes a bordo de la otra unidad que seguía al otro vehículo, pero en un momento determinado o un punto específico se detenía el taxi y los delincuentes descendían del otro para abordar al vehículo donde estaba la potencial víctima.
Luego de someterla a presión con el uso de armas blancas, le cubrían los ojos, la maniataban con cintas para sustraerle sus pertenencias de valor, la tarjeta de crédito y le exigían la contraseña o PIN de la tarjeta.
