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martes, 1 de mayo de 2012

Moraleja del conflicto municipal cruceño


Si el desafortunado conflicto municipal sirvió para algo, fue para sacar la moraleja y no volverlo a repetir. Esa es su única utilidad.
La democracia cruceña tiene que asimilar este duro golpe, que la desprestigia ante el pueblo. Es necesario dar un paso hacia delante, transformándose en la democracia que aspira la ciudadanía. Una democracia civilizada, de primer mundo, aunque seamos del tercero.

Las acusaciones públicas de corrupción y nepotismo, entre funcionarios del ejecutivo municipal y concejales, no es lo que queremos. No queremos funcionarios que ventilen sus impudicias por la televisión, con la desfachatez de los intocables.

La calidad de las autoridades en democracia es vital. Ningún país es mayor que el tamaño de sus líderes.
En lo particular saco las siguientes moralejas de esta página negra, y lo pongo a consideración de mi pueblo:

1) Necesitamos instituciones de principios y no de personas.- Es imperativo tener partidos políticos con una Visión de País compartida, con planes y proyectos políticos claramente definidos. Recién después juntar en torno a ellos, a ciudadanos y líderes. Principios SI, caudillos NO, esa es la fórmula.
Y no digo Agrupaciones Ciudadanas, porque estas han mostrado su fracaso. Son instituciones “unipersonales”, con una fuerte inconsistencia programática. Muchas veces buenas para subir, pero generalmente pésimas para gobernar.

En política la fidelidad es con las ideas y los principios, no con los caudillos. Sólo se tiene lealtad con Dios, con nadie más.
2) El desafío del Siglo XXI es que la ética llegue al poder (El País 24-08-01).- Estas son palabras de Adela Cortina, catedrática de Filosofía de la Universidad de Valencia.

Esto es perfectamente válido para nuestra bisoña democracia. Necesitamos hombres  de alma noble en la política, todo lo demás viene por añadidura. Precisamos ciudadanos que no le roben plata a nuestra miseria.
3) Necesitamos políticos profesionales a tiempo completo.- Se acabó el tiempo del amateurismo en la política. Una ciudad de 2 millones de habitantes así lo amerita.

Se tiene que seleccionar como candidatos a gente con experiencia previa en política. Ya sea en universidades, colegios profesionales o sindicatos. Gente que hubiere tenido contacto con el poder y conozca sus peculiaridades.
Necesitamos reivindicar la noble carrera de la política, como una profesión de servicio honesto, sabio y diligente.

4) Es necesario institucionalizar los cargos públicos.- Esta idea la planteé por primera vez en el periódico El Deber del 4-04-1997. La presentaba como una urgente necesidad para seguir profundizando nuestra democracia.

Los partidos políticos no han tomado este asunto con la seriedad que corresponde. Los cargos públicos son una fuente de pegas para la militancia, taras de un pasado que es necesario superar y que convierte los partidos políticos en agencias de empleo.
Los funcionarios públicos deberían ser escogidos mediante un concurso de mérito, para de esta forma garantizar su idoneidad e imparcialidad del gobierno de turno.

Estas son algunas de las moralejas. Es de esperar que podemos aplicarlas, transformando la decepción que nos causaron, en una mejor democracia Camba para el siglo XXI.