Jimmy Ortiz Saucedo
Este importante proyecto estratégico, denominado Santa
Cruz 2061; fecha en que Santa Cruz cumplirá 500 años de su
fundación, comenzó a materializarse el 2015, y a ha tenido a la fecha los
siguientes importantes avances: la Ley
Autonómica 038/2015, que declara a la ciudad de Santa Cruz de
la Sierra, como Ciudad Universitaria. La Ley
autonómica 697 de 2017, que declara Santa Cruz Ciudad Universitaria
Tecnológica y Científica. La Alianza
Interinstitucional por Santa Cruz Científica y Tecnológica
de 2018, entre el Comité pro Santa Cruz, la Gobernación de Santa Cruz, CAINCO,
ANUP (Asociación Nacional de Universidades Privadas) Santa Cruz, ANUP Bolivia y
la Universidad Gabriel René Moreno, con el objetivo de complementar el Modelo
de Desarrollo Cruceño, introduciéndolo en la moderna economía del conocimiento
(revolución 4.0). El año 2023 se presentó ante el Parlamento Plurinacional, el
proyecto de ley
PL-488/22 que declara a Santa Cruz Metropolitana Como Ciudad Universitaria
y Tecnológica. La Ley
Departamental 339 de 2024, que declara a Santa Cruz Metrópoli
Universitaria y Tecnológica. El último avance que ha tenido, es la
incorporación de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz al
proyecto, que copatrocinó el evento denominado Foro
Santa Cruz Metrópoli Universitaria con ANUP, apoyado por la
Alcaldía
de Manizales (Colombia), a través de la Secretaría de
Educación y la Oficina de Internacionalización, que impulsan la cooperación
Sur-Sur y el intercambio de conocimientos en educación superior en
Latinoamérica. Este evento se realizó el 05/11/2024.
Todos estos avances, sientan las bases y el marco
normativo institucional, para comenzar a hacer de este departamento un Silicón
Valley Camba. Corresponde ahora
a las universidades, a la alcaldía, a la gobernación, al sector privado y a
otros actores, comenzar a materializar este ansiado anhelo, que acelerará
nuestro progreso económico y social.
Como ciudadano de esta tierra, comprometido con este acariciado
proyecto, planteo la necesidad de crear un Instituto Cruceño de Innovación Científica
y Tecnológica, que sea el motor principal de este proyecto.
Este instituto Cruceño, tiene que ser creado dentro
del modelo de alianza público privada, donde sus accionistas serán todas
las instituciones que han mostrado a lo largo del tiempo su interés en el
proyecto, además de otras instituciones que se quieran adherir. Todas ellas
tienen en su estructura, personal e incluso departamentos dedicados a la
investigación, dispersando esfuerzos, pudiendo tener sólo una institución, que
sirva para todos, abaratando los costos y aumentando la eficiencia con esta
sinergia. El instituto será la “cabeza de playa”, donde se asentará todo este
ambicioso proyecto, inicialmente tendrá que trabajar en su constitución
interna, para luego ir haciendo alianzas con instituciones semejantes en el
mundo. Posteriormente comenzará gestionando transferencias tecnológicas, para
luego cuando tenga cuerpo, hacer sus propias investigaciones, poniendo especial
énfasis en la capacitación de sus recursos humanos.
Si bien Santa Cruz tiene un desarrollo económico y
social relativamente aceptable, según los estándares bolivianos, esto no es suficiente,
tenemos que salir
del Tercer Mundo, tenemos que compararnos con los países
más avanzados del planeta, ese tiene que ser el siguiente objetivo estratégico.
Nuestros abuelos soñaron la Santa Cruz del presente, soñemos nosotros la
Santa Cruz del futuro.
Las materias
primas no nos sacaran del Tercer Mundo. Creemos una sociedad
que haga del conocimiento científico y tecnológico su principal fuente de
sustento. Pareciera una utopía pretender esto a la luz de la realidad actual.
Así debieron pensar también del exitoso Movimiento Cívico Cruceño de los
años 50, que soñó, planificó y finalmente construyó la Santa Cruz que hoy todos
disfrutamos. ¡Quién iba pensar entonces que la aldea soñolienta se transforme
en la metrópoli bullangera de hoy! ¡Quién iba pensar que nuestras calles de arena
y nuestras taperas se transformen en cemento y edificios de blindex! ¡Quién iba
a pensar que ayer éramos 50.000 habitantes y hoy 2.250.000!
Como dijo el filósofo: las utopías del ayer, son las realidades del hoy.
Es necesario elevar el nivel académico, en todo nuestro
sistema educativo. Es necesario fomentar el espíritu innovador de nuestra
gente. Es necesario vencer la pobreza, nuestras clases menos favorecidas no
pueden quedar excluidas de este proceso, los necesitamos.
Es imperativo retomar la senda del Ciclo de Oro
Cruceño, el engrandecimiento moral y material, tiene que seguir iluminando
nuestro camino, en el Tercer Milenio de la humanidad.
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