Iglesia de San Francisco en Sucre - Foto propia
Jimmy Ortiz Saucedo
El
proceso de aprobación de la Carta Magna 2009 costó muelas. A 8 años de su
promulgación, recuerdo como si fuera hoy los dramáticos días que vivió la República,
que la llevó al borde de una guerra civil. El proceso comenzó con la
convocatoria a una Asamblea Constituyente, en Sucre.
Su
elaboración dio inicio en el Teatro Gran Mariscal Sucre, luego por
razones de seguridad trasladada al Liceo Militar de la Glorieta, posteriormente; por el
mismo motivo, trasladada y aprobada en el edificio de la Lotería Nacional en Oruro. A
seguir el texto fue sometido a una comisión de estilo; no prevista en
la Constituyente. Como si esto fuera poco, el texto fue modificado en el Congreso;
que no tenía potestad para hacerlo, luego de un pacto político con la
oposición. Dentro de este pacto el presidente empeño su palabra que no sería
candidato el 2014; en una maniobra
envolvente. Finalmente el
acuerdo parlamentario se sometido a un referéndum, donde fueron lavadas
las ilegalidades de su creación.
Cuando
uno ve este azaroso trajín populista de:
teatro, cuartel militar, lotería, conmoción popular, muertos, heridos y maniobra envolvente, podría imaginar que la
dificultad de su aprobación, haría que los promotores valoren y respeten en sumo
grado su creación.
Para
desgracia de todos no fue así. Esta constitución sirvió apenas de pretexto para
desarrollar La Constituyente, como parte de un libreto totalitario ideado en el
Foro de San pablo. Hoy, habiendo tomado el poder, ya no les interesa cumplirla,
a tal extremo que es la oposición; que voto en su contra, la que
les exige su cumplimiento.
Los
casos de incumplimientos son muchos, a modo de ejemplo, les presento tres de
ellos:
1)
La violación del artículo 168 y del pacto de caballeros, que viabilizó el
referéndum por la Continuación, con la re re elección de Morales.
2)
La violación del artículo 7 inciso h, derecho
al libre tránsito, con los bloqueos recurrentes que se han transformado en
un deporte
nacional, perjudicando al pueblo y a la imagen
del país.
3)
La violación del artículo 77, cuando declara que la educación constituye una
función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, pero
esto no tiene un correlato en la inversión pública, donde se invierte más en
los ministerios represivos, que en el de educación.
Este
incumplimiento hace que no vivamos en un Estado de Derecho, si no sometido a
los designios del jefazo y su entorno.
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sábado, 1 de abril de 2017
¿La constitución esta de adorno?
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