SÉPTIMO DÍA 26/03/2017 (El Deber)
Seremos una
megaurbe, pero no dejamos de ser microciudadanos
La formación
ciudadana es una recomendación de los 12 foros urbanos realizados en la ciudad
y la mencionan los expertos en esta mesa redonda en la que se presentó el
índice de ciudadanía del cruceño. Tenemos un 37%. La más educada es La Paz
(42%)
Cuando éramos
poquingos (unos 40.000 en los años 50) podíamos estacionar en la puerta de la
farmacia y comprar sin perjudicar a nadie. Ahora que somos más de un millón y
medio no podemos estacionar en la puerta de ningún lado, ni recoger a los hijos
de la entrada del colegio o pasarnos un semáforo porque perjudicamos a
muchos. Aprender y practicar todo eso es lo que se llama cultura ciudadana. Y
esta cultura ciudadana se puede medir. Captura Consulting empezó a hacerlo en
2013. Ese año había un 34% de nivel de cultura ciudadana.
La medición más
reciente, realizada entre septiembre y octubre del año pasado, indica que
tenemos un 37% de cultura ciudadana. Es el mismo índice que el de El Alto.
Cochabamba tiene un 39% y La Paz ostenta un 42%.
Lo que se mide con 18 preguntas organizadas en seis aspectos (medioambiente, formas de relacionarnos, seguridad ciudadana y otros) es la actitud de las personas hacia las normas que rigen la sociedad. Preguntaron, por ejemplo, qué importancia le asignaba al respeto al descanso de los vecinos. Un 88% dijo que era ‘importante’ o ‘muy importante’. Pero, a la hora de poner en práctica el silencio a la hora del descanso, solo el 34% cumple.
La encuesta fue
explicada por Captura hace un par de semanas en EL DEBER. Escucharon la
explicación activistas, funcionarios del municipio y analistas. Entre las
preguntas formuladas a las 305 personas encuestadas, una de ellas pone de
manifiesto la consideración y la tolerancia hacia los demás. Ante la afirmación
“Siempre es tolerante con opiniones diferentes a la suya”, Santa Cruz de la
Sierra se percibe como la menos tolerante por sus propios ciudadanos. Un 42% de
paceños dice respetar las opiniones distintas, frente a un 33% de Cochabamba,
un 26% de El Alto y un 24% de Santa Cruz de la Sierra.
Era ley la
hospitalidad
El dato sobre la tolerancia cuestiona la muy usada frase local “es ley del cruceño la hospitalidad”. Con esa idea empezaron a hablar los invitados sobre ciudadanía y la forma de estimular su formación.
Isabella Prado. Aunque el índice de formación ciudadana (37%) es casi un aplazo, no me considero pesimista. Cuando el ciudadano cree que es importante algún comportamiento, responde desde un ideal, desde un deber-hacer o ser (respetar semáforos, separar la basura, informarse de los planes municipales o relacionarse con los vecinos). Con el proyecto de formación ciudadana Revolución Jigote hemos visto que para lograr el cambio de hábitos primero está la información y luego la motivación. Se deben dar las condiciones para cumplir esos comportamientos. Por último, la sanción es parte de la educación. No se puede partir con la educación.
El dato sobre la tolerancia cuestiona la muy usada frase local “es ley del cruceño la hospitalidad”. Con esa idea empezaron a hablar los invitados sobre ciudadanía y la forma de estimular su formación.
Isabella Prado. Aunque el índice de formación ciudadana (37%) es casi un aplazo, no me considero pesimista. Cuando el ciudadano cree que es importante algún comportamiento, responde desde un ideal, desde un deber-hacer o ser (respetar semáforos, separar la basura, informarse de los planes municipales o relacionarse con los vecinos). Con el proyecto de formación ciudadana Revolución Jigote hemos visto que para lograr el cambio de hábitos primero está la información y luego la motivación. Se deben dar las condiciones para cumplir esos comportamientos. Por último, la sanción es parte de la educación. No se puede partir con la educación.
Gustavo Pedraza. No hay un gobierno con la capacidad de solucionar todo esto. Adicionalmente, la ciudad ha crecido de manera explosiva, así que desafía al mejor gobierno. Es muy difícil ordenarla. La Paz es más estructurada que Santa Cruz, también Sucre o Cochabamba. Las ciudades andinas son más formadas porque no tuvieron el impacto de la explosión demográfica, que desestructura cualquier plan.
Si
no se siembra...
Jimmy Ortiz. Primero, hay falta de educación ciudadana. Nadie cosecha lo que no se siembra, así que hay que construir la sociedad. Bogotá tuvo un alcalde emblemático, Antanas Mockus. Llegó a un municipio yesca, sin plata, y trabajó en seguridad ciudadana y sorprendió. Podemos llamar a expertos que ya recorrieron ese camino.
Rossy Valencia.
Los municipios tenemos que trabajar en formación ciudadana. La mejor opción es
casarnos con otras instituciones. Hemos hablado con la universidad y con el
director de Fe y Alegría para ver en qué poblaciones podemos trabajar. Nadie
puede hacer el quite a la responsabilidad.
En centros
educativos, la estructuras mental de los profesores es intolerante. Si se porta
mal un alumno, en vez de rescatarlo quieren retirarlo. Lo privan y coartan de
tener un buen profesor. No tienen expectativas positivas de sus alumnos, así
que no los incentivan a mejorar. Esa situación contraviene la formación de una
persona.
Manu Mirtenbaum. Para construir ciudadanía hay que generar mecanismos que incentiven la participación. La gente no quiere participar porque no les interesa. Es raro que nos parezca más importante respetar un semáforo que socializar. Esta es una sociedad individualista. Hace falta sentido de comunidad, reconocer al otro.
Ciudad ¿sin
esperanza?
José Antonio Prado. Cuando Antanas Mockus accedió al poder, no puso la cultura ciudadana como un tema más. Fue su paradigma. En Bogotá había un problema de guerra, pero los indicadores de violencia cayeron al piso y subió el indicador de confianza. La gente empezó a pagar sus impuestos porque veía qué pasaba con la plata. Se generó una mística. Hay que sacudirnos, convertir la formación ciudadana en un proyecto colectivo.
José Antonio Prado. Cuando Antanas Mockus accedió al poder, no puso la cultura ciudadana como un tema más. Fue su paradigma. En Bogotá había un problema de guerra, pero los indicadores de violencia cayeron al piso y subió el indicador de confianza. La gente empezó a pagar sus impuestos porque veía qué pasaba con la plata. Se generó una mística. Hay que sacudirnos, convertir la formación ciudadana en un proyecto colectivo.
Gustavo Pedraza.
En Bogotá, Medellín o Quito, que tenemos como modelos, sobresalía el liderazgo;
aquí tenemos un gerente de construcciones civiles, no un liderazgo que dé
esperanza. No tenemos evidencia de que este gobierno de la ciudad haya logrado
incorporar al sector privado. Está comprometido con las construcciones, pero lo
que requiere la ciudad es que se posicione un nuevo liderazgo que se adueñe de
los problemas de la ciudad. La gente, la ciudad, no tiene esperanza. El motor
económico sigue funcionando, pero no hay esperanza de que vayan a mejorar los
mercados o el transporte, mientras los comerciantes traten de ordenarlos. Hace
falta un cambio en el modelo de gobierno de ciudad y ese cambio ocurrirá cuando
cambie la gente.
Rossy Valencia.
Las escuelas, que son de cemento, permiten dar condiciones a los estudiantes.
Las guarderías, que son de cemento, son un canal para proteger, nutrir y cuidar
a los niños. Entré a trabajar (al municipio) en un cuarto de cuatro por cuatro.
Ahora hay condiciones, que son de cemento, pero permiten dar dignidad. El
concepto de ‘la ciudad de cemento’ debe cambiarse. Antes había guarderías para
30 personas, que tenían que pasar el tiempo de recreo y de las meriendas en el
sol. Ahora hay guarderías para 150 niños y eso permite brindar
protección.
Hagamos un plan (otra vez)
Desde 1999 se realizan en Santa Cruz los Foros Urbanos, organizados por el Cedure, en los que participan diferentes instituciones (universidades, cooperativas de servicios, colegio de arquitectos). Son el referente histórico de la manera en que se piensa la ciudad del futuro y la de ahora.
Hagamos un plan (otra vez)
Desde 1999 se realizan en Santa Cruz los Foros Urbanos, organizados por el Cedure, en los que participan diferentes instituciones (universidades, cooperativas de servicios, colegio de arquitectos). Son el referente histórico de la manera en que se piensa la ciudad del futuro y la de ahora.
En el I Foro Urbano se concluyó que se debía crear una unidad de formación ciudadana como una acción estratégica. Esa unidad debía ser “descentralizada, estar al margen de las presiones políticas y con la participación de la sociedad civil, que concentre todas las campañas de formación y educación ciudadana y que esté en manos de expertos”.
Los foros sucesivos hablan de pobreza urbana, Plan de Ordenamiento Territorial, calidad de vida, y hay uno que plantea, planifica y sueña una ciudad saludable, creativa, productora, equipada y eficiente. La educación ciudadana es prácticamente una conclusión de todos los foros.
Hay un programa
llamado Plan de cultura urbana para la convivencia, contemplado en el Plan
Territorial de Desarrollo Integral (PTDI, que es la herramienta de
planificación que la ley obliga a elaborar a los gobiernos municipales).
Ese programa es responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Social,
pero involucra a todas las secretarías municipales. Desarrollo Social debe
difundir el patrimonio cultural, promover alianzas para dar becas a jóvenes de
escasos recursos, construir el teatro de la ciudad... es “el sistema
macromunicipal de protección social...para estructurar el acceso a
oportunidades”. Las herramientas para educarnos están ya creadas
Ver link original: http://www.eldeber.com.bo/septimodia/Seremos-una-megaurbe-pero-no-dejamos-de--ser-microciudadanos-20170323-0150.html
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