El pueblo boliviano está nuevamente como oveja sin pastor. Expresa su desconcierto
y desesperación, en las pocas tertulias que permite la peste china, por los
medios de comunicación, los grupos de WhatsApp, y por las redes sociales.
Como ya es costumbre, nuestras autoridades políticas
no cumplen con su rol de ir adelante del rebaño. Se comportan más como
autoridades administrativas, que como verdaderos líderes políticos, que guían a
su pueblo; especialmente en los momentos difíciles. Esperamos que en esta lucha
que se viene, jueguen un rol más antagónico.
El tiempo del civismo ha vuelto, para luchar por segunda vez contra el narco tirano y sus huestes. Hay que comenzar este nuevo ciclo, con un plan bien meditado. Ya conocemos al enemigo, aunque también el enemigo nos conoce. Tenemos que re articular el exitoso Movimiento de las Pititas, en nuestras provincias, en nuestras ciudades capitales y en toda Bolivia, el pueblo está esperando.
El tiempo del civismo ha vuelto, para luchar por segunda vez contra el narco tirano y sus huestes. Hay que comenzar este nuevo ciclo, con un plan bien meditado. Ya conocemos al enemigo, aunque también el enemigo nos conoce. Tenemos que re articular el exitoso Movimiento de las Pititas, en nuestras provincias, en nuestras ciudades capitales y en toda Bolivia, el pueblo está esperando.
Hay que buscar también el apoyo internacional. Así
como ellos tienen el Foro de San Pablo, nosotros necesitamos articular un Alianza
por la democracia, con los pueblos libres y democráticos del mundo.
Como pueblo cristiano, tenemos que pedir el apoyo y la
iluminación de nuestro Dios. Así como su apoyo fue determinante en las luchas
el 2.019, será también en nuestro estandarte el 2.020. La Biblia ya fue plantada
en Palacio Quemado, tenemos que reactivar la. La lucha espiritual, será el alma
de esta nueva lucha, las tinieblas nunca
prevalecerán frente a la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario