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| Foto de Jimmy Ortiz Saucedo © |
Jimmy
Ortiz Saucedo
Cuba es un país que ha sufrido mucho. Las
tiranías de uno y otro lado, no le ha permitido ser libre y soberana. Las
personas que se empeñaron en dirigir su destino, fueron de lo peor.
Esta bella isla caribeña, y su cálido
pueblo, fueron siempre objeto de la codicia de las grandes potencias de ayer y
de hoy. Ayer fue España e Inglaterra, hoy Estados Unidos, la URSS y Rusia. Incluso
casi se desató por ella, la Tercera Guerra mundial, en la Crisis de los Misiles de 1962.
Sin contar la época colonial; de por si
abusiva, Cuba estuvo gobernada casi siempre por gente autoritaria, siendo los más
“celebres” Fulgencio Batista y la dinastía de los Castro, que persiste hasta la
fecha. El hermano pueblo cubano tiene ya varias generaciones que nacieron
prisioneras, y no conocen la libertad. Por eso los deslumbra tanto el mundo
exterior, cada que salen de la isla, optando muchos de ellos por no volver.
A mediados del siglo pasado, la Cuba
castrista promovió guerrillas en el continente y fuera de él. Aislada
internacionalmente, y con grandes problemas económicos, necesitaba tener países
aliados; e incluso países súbditos, para mejorar su economía y
garantizar la supervivencia del régimen.
Con el mismo motivo impulsaros a principio
de este siglo, el Socialismo Siglo XXI, vía Foro de San Pablo. Si bien no
fueron ellos los ideólogos de esta corriente retrograda, fueron los que idearon
la franquicia operativa.
El régimen de los Castro hace que Cuba
actúe como un país colonialista, aunque no es un imperio actúa como tal, en la
medida de sus posibilidades.
Sostengo, que mientras Cuba no obtenga su plena libertad,
no habrá paz en el continente. El régimen que la gobierna,
necesitado de recursos para vivir, seguirá apelando a los recursos externos: a la
“ayuda” de los países secuestrados como Venezuela, fomentando guerrillas, o administrando
la franquicia del SSXXI. Seguirá apelando a los dólares de le URSS, a la
exportación de médicos, e incluso al apoyo del narcotráfico.
Prometo que cuando llegué el día de su
liberación; que no tengo dudas llegará, viajaré a la isla para tomarme una Cuba
Libre en su honor. Espero que la vida me alcance para ello.
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