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Jimmy Ortiz Saucedo
Se denomina Siglo de las
Luces al Siglo XVIII. “Fue un movimiento intelectual renovador que
abarcó todas las áreas de la cultura. La filosofía, la religión, la economía,
la política, la ciencia, la técnica y el arte; todo fue cuestionado por los
pensadores de la ilustración, también llamados iluministas porque venían a
iluminar a un mundo oscurecido todavía por las tinieblas de la Edad Media (elhistoriador.com.ar)”.
Fue una apasionante época de la humanidad, cuando los
pensadores comenzaron a desear y a construir un mundo mejor, cansados de vivir
en la penumbra de su tiempo. El espíritu humano está inexorablemente destinado
a buscar la luz; e igual que las plantas necesitan de ella, para hacer la
fotosíntesis y materializar el milagro de la vida. Desde el mundo de las ideas los
iluministas comenzaron a vislumbrar un nuevo tiempo, porque la historia de la humanidad es la historia
de las ideas.
Desgraciadamente el
camino hacia la luz no es lineal, a tiempos de plenitud, se suceden tiempos de
decadencia. Eso es lo que se ha podido observar a lo largo de la zigzagueante historia
universal.
Sostengo que, si el siglo
XVIII fue el Siglo de las Luces, el siglo XXI es el Siglo de la Oscuridad, por
lo menos eso es lo que se observa en este principio de siglo.
Lo paradójico es que, si
bien tenemos fantásticos avances científicos y tecnológicos, la política, la
moral y la destrucción del medioambiente, son un verdadero desastre.
En la política mundial se
observa la vuelta de los totalitarismos, y una clara erosión de la democracia. Son ejemplos países como: China, Corea del
Norte, Rusia, Irán entre otros. Un increíble retroceso, a regímenes que
creíamos eran parte de un pasado tenebroso. En nuestro continente tenemos,
entre otros a: Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Esta última, camuflada en
los cálidos ropajes de la democracia.
El azote del Socialismo Siglo XXI, es clarísimo en la
región, asociado al
narcotráfico y al fraude electoral. Es una versión “mejorada” del comunismo
destruido con el Muro de Berlín.
En lo moral se observa un
fuerte relativismo, que ha significado un nefasto libertinaje, queriendo
redefinir la antropología humana, creando nuevos sexos, así como el aborto y la
eutanasia, vil asesinato de neonatos y a ancianos. Incluso la música y el arte,
son caricaturas de tiempos gloriosos.
En lo medioambiental el
desastre es mayúsculo, al extremo de ponernos al borde de la extinción: los
mares llenos de plástico, el deshielo que pone en peligro las ciudades
costeras, el aire contaminado, la destrucción inmisericorde de nuestra flora y
fauna, e incluso el espacio exterior lleno de chatarra espacial, son signos del
Siglo de la Oscuridad.
Un mundo mejor vendrá cuando comencemos a cultivar los
valores del espíritu. “El cuerpo mortal es un peso para el alma; estando hecho
de barro, oprime la mente, en la que bullen tantos pensamientos” (Sabiduría
9,15).
Es imprescindible soltar las ataduras del
materialismo, para dejar volar nuestro verdadero ser, llevando la humanidad a
un nivel superior de conciencia. El cuerpo es apenas un holograma del espíritu.
Es
el corazón y el espíritu del hombre lo que necesitamos desarrollar.
Este es el principal desafío del Tercer Milenio, y la salvación de la
humanidad.
Publicado en:
https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/del-siglo-de-las-luces-al-siglo-de-la-oscuridad_316179
https://eju.tv/2023/03/del-siglo-de-las-luces-al-siglo-de-la-oscuridad/
https://qoshe.com/yazar/jimmy-ortiz-saucedo/346722
https://elpotosi.net/opinion/20230304_del-siglo-de-las-luces-al-siglo-de-la-oscuridad.html
https://elperiodico.com.bo/del-siglo-de-las-luces-al-siglo-de-la-oscuridad/
https://www.analitica.com/opinion/del-siglo-de-las-luces-al-siglo-de-la-oscuridad/
https://www.hoybolivia.com/Blog.php?IdBlog=44284
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