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Columna virtual: Comentando la noticia
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Santa Cruz necesita una comisión de la verdad, y no tengo duda que un día se
hará. Así como el presidente Morales quiere la suya, nosotros también queremos
la nuestra.
Santa Cruz ha sido yeta con Bolivia.
A 192 años de 1825, fecha en que decidimos unirnos al Estado boliviano, hemos recibido
una serie de ataques armados de parte de los gobiernos de turno. Ataques contra
una tierra pacífica y hospitalaria, que han quedado impunes. Ningún otro
departamento del país ha recibido un
trato asesino como este. Le pelamos de
gajo.
La
mayoría de ellos nunca fueron ni siquiera investigados
por el sistema judicial: policías, fiscales, jueces; e incluso
militares, miraron para otro lado en un silencio cómplice, por el que algún día
tendrán que responder.
En 1877 el ejército fusiló a nuestro
prócer federalista Andrés Ibáñez. El
hecho quedó impune, enmascarado como un acto de sedición. Histórico pretexto del centralismo,
cada que Santa Cruz buscaba una vida mejor, hasta los días de hoy.
En
1891 el ejército arremetió contra otro
movimiento federalista, denominado la Revolución
de los Domingos, sus líderes fueron al exilio y a prisión. La impunidad fue
la de siempre.
En 1892 fue la Masacre de Kuruyuki. Más de 1.000 chiriguanos fueron asesinados por
el ejército; incluido su líder Apiguaiki Tumpa. La
impunidad fue la de siempre.
En 1924 el ataque fue contra el movimiento
que pedían “ferrocarril o nada”.
Esta vez nuestro glorioso ejército nacional vino comandado por el alemán Hans
Kundt, que dirigió años después la Guerra del Chaco. Los
revolucionarios fueron expatriados, declarados separatistas y traidores a la
Patria, siguiendo la tradición del centralismo. La impunidad fue la de siempre.
En 1958 el ataque fue contra el Comité pro
Santa Cruz, que buscaba el pago de las regalías
petroleras. Hordas de milicianos ucureños; con el apoyo del Ejército
Nacional, mataron y vejaron a nuestra gente, principalmente en Terebinto y las
Liras. La impunidad fue la de siempre.
En 1959, en una continuación del ataque anterior, nuevamente hordas de milicianos
ucureños, con el apoyo del ejército atacaron Santa Cruz. Nuestra gente fue
tomada presa y enviada al Panóptico Nacional en La Paz. Otros fueron exiliados
a Lima. La impunidad fue la de siempre.
En el 2008
Conalcam, a la cabeza de Fidel Surco, protagonizan el cerco a Santa
Cruz, atemorizando a poblaciones de la zona occidental de Santa Cruz. En su
paso asesinaron al profesor de Portachuelo Pedro
López y al unionista de La Guardia Edson
Ruíz. La impunidad fue la de siempre. Siete meses después de este ataque,
la población despierta con el estruendo de bomba y metralla, en un céntrico
hotel cruceño. Tres extranjeros son asesinados y acusados de formar una banda
terrorista, lo que desencadena una persecución judicial contra gente de esta
tierra. Su justicia actuó como una versión moderna de los ucureños.
Por todos estos asesinatos, abusos y
atropellos, es que exigimos una comisión de la verdad. Desde Santa Cruz
interpelamos al Estado nacional, al Poder Judicial, a los gobiernos y a los
presidentes de ayer y de hoy. A la fiscalía, a la policía y al ejército. Queremos saber qué acciones
concretas se hicieron para castigar los asesinatos, y violaciones
los derechos humanos del pueblo cruceño. ¿A quién se investigó? ¿a quién se
sentenció? ¿a quién se encarceló?
Santa Cruz necesita el esclarecimiento y
el castigo de todos estos abusos históricos, a un pueblo fraterno como ninguno,
que hoy alimenta y sostiene al país. Porque
Bolivia sin Santa Cruz ni vive ni come.
Queremos que todas estas instituciones desclasifiquen sus archivos y lo den a
conocer al pueblo cruceño.
Santa Cruz es una nación 264 años más
antigua que Bolivia, tenemos una personalidad y una cultura propia, que
demandamos se respete.
Exigimos
una comisión de la verdad.
…….Si te gusta reenvíalo……
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