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| Foto propia de Jimmy Ortiz Saucedo © |
Jimmy
Ortiz Saucedo
La
inseguridad ciudadana es el problema número uno en Bolivia y el continente. Desgraciadamente
todo hace suponer que tendremos que acostumbrarnos a vivir con esta pesada
carga. La inseguridad ciudadana será
una característica del siglo XXI, así como el deterioro del medioambiente y la
moral.
Pero,
así como el siglo llega con malas nuevas, también llega con buenas. A la cabeza
de ellas los grandes avances científicos y tecnológicos. Nuestra mente es hoy,
la mayor fuente de riqueza y bienestar.
Estos
avances tienen que ser compartidos con la
sociedad mundial, a fin de minimizar los
aspectos negativos que nos aquejan. No es bueno que ellos queden circunscritos
meramente al servicio de los intereses individuales, o de las grandes
corporaciones o países. Este mundo solo será sostenible cuando esto suceda,
entonces Donald Trump no necesitará construir muros. Será un fuerte impulso a la
disminución de la pobreza y la inseguridad ciudadana, su hermana siamesa.
Los
satélites de vigilancia medioambientes, al alcance de las redes sociales,
pueden ser una herramienta importante para luchar contra la destrucción del medioambiente.
A través de ellos la sociedad podrá detectar desmontes, quemas y otras
agresiones al planeta, constituyéndose en un control social más efectivo y
global.
Lo
medios de comunicación en general; pero particularmente los ligados al Internet,
debe servir como escuela para inculcar valores a la humanidad, valores que son herramientas
básicas para construir el mundo que soñamos. La red global de Internet es hoy la
universidad más grande del planeta, en sus páginas se encuentra una gran parte
del conocimiento humano. Sus múltiples recursos técnicos son una forma barata,
y en muchos casos gratuita, para educar a sus más de 7.400 millones de
habitantes.
Para
mejorar la seguridad ciudadana en Bolivia, sugiero trabajar en una aplicación (App)
para celulares, que permita a los ciudadanos estar en contacto con la policía
en tiempo real, semejante a los que hoy vemos con mayor o menor éxito en otros países,
como: PF
Móvil en México, Cuadrantes
Amigo en Colombia, Basta ya en Puerto Rico, JM
Emergencias en Perú y otros. Si bien
los medios reportan algunos APP semejantes en Bolivia, esto no han alcanzado la
relevancia necesaria. Hay que trabajar en uno que sí, sea exitoso.
Esta
aplicación permitirá el funcionamiento de un sistema
de monitoreo ciudadano, que posibilitará a la policía tener ojos y oídos por
todas partes; dada la proliferación de celulares, potenciando su actividad de
una manera notable.
Los ciudadanos nos volveríamos
coadyuvantes activos de la seguridad
ciudadana, realizando una serie de tareas como: pedidos de auxilio, denuncia de actividades sospechosas, denuncia de violaciones
a la ley, y muchas otras actividades, el cielo es el límite. Así mismo la
policía podrá, por intermedio de ella: hacer alertas, campañas de educación
ciudadana, búsqueda de personas extraviadas o malvivientes con órdenes de captura,
y muchas otras actividades.
Estos
teléfonos tienen un registro ligado a un carnet de identidad, están
georreferenciados, y tienen fecha y hora del contacto con el ciudadano, lo que
le da la seriedad necesaria. La policía necesita adaptarse a los desafíos del
Tercer Milenio.
Para
que esta iniciativa tenga el éxito; que no ha tenido hasta ahora, es vital que
la policía tome este proyecto como
propio. No tengo duda que les lloverá el apoyo tecnológico para realizarlo.
Para completar el éxito, es necesario que este software sea de uso obligatorio
en todos los celulares, donde se los pueda instalar, así como la respetiva
campaña de difusión del App.
Este
es un caso concreto de utilización de la tecnología moderna, a solución de
problemas modernos, para el bien común. Esperemos que la idea sea bien acogida.
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